El Celta contará con una importante baja para el encuentro del sábado en La Rosaleda. Gustavo Cabral, quien se tuvo que retirar en camilla del Santiago Bernabéu tras un pisotón de Sergio Ramos, fue sometido ayer a una resonancia magnética que confirmó el esguince en el ligamento lateral interno de su rodilla izquierda y que al menos durante esta semana tendrá que permanecer fuera de los terrenos de juego.

El central argentino estaba siendo uno de los puntales en la defensa del Toto Berizzo, de ahí que sea una baja sensible para enfrentarse a los blanquiazules, algo que siempre es una buena noticia, máxime cuando la dolencia del zaguero no reviste la gravedad que en un principio se llegó a temer, cuando abandonó el césped en camillas y con ostensibles gestos de dolor.

Uno de los grandes beneficiados del buen rendimiento de Cabral estaba siendo el portero, Sergio Álvarez. Precisamente habló ayer al respecto de lo que supone visitar Martiricos, aun con la sensible duda del central. "El Málaga está en un momento muy bueno y en su casa es un rival muy complicado, pero nosotros vamos a ir allí a contrarrestar sus virtudes e intentar explotar las nuestras para traernos los tres puntos y acabar el año algo más tranquilos", comentó el canterano del Celta.