Con el pie cambiado tras romper la racha de seis derrotas consecutivas, El Palo se desplaza esta mañana hasta tierras almerienses para enfrentarse al filial rojiblanco, uno de los peores equipos del grupo en su estadio. La sensación de urgencia se ha evaporado del vestuario paleño, sin embargo la necesidad sigue apretando para terminar la primera vuelta en posiciones más tranquilas. Para ello, los dos duelos que afronta esta semana el equipo de Rafa Muñoz son vitales. Se enfrentan a dos equipos inmersos en la zona baja de la tabla y que han demostrado serios problemas para sumar de tres en tres en este inicio de campeonato.

Almería B y Córdoba B. Dos filiales que, en diversos contextos, han tenido que reinventar sus equipos para este año. Los almerienses sólo acumulan tres triunfos este curso, y dos de ellos han sido lejos de su feudo. Sólo la remontada ante un San Fernando en inferioridad numérica y entregando la cuchara con varios errores de bulto les permitió estrenarse en casa. 6 duelos, dos empates y tres derrotas más aparte del consabido triunfo. Unos números que señalan como favorito al conjunto paleño, pese a las importantes bajas con las que cuenta para el choque. Los cordobeses prometen ser un rival más sencillo (aún no han estrenado su casillero de victorias), pero aún resta una semana para afrontar el envite ante los verdiblancos.

El técnico paleño no podrá contar con Adri, que se lesionó el hombro el pasado domingo y aún estará varias semanas en el dique seco. Además, Gerrit, autor del gol que rompió la dinámica ante el Melilla, cumplirá ciclo de amonestaciones esta jornada y, al igual que Durán, expulsado ante los azulinos, no podrán vestirse de corto hoy. A ellos, habría que sumarle la habitual ausencia de Moreno, que apenas cuenta con 20 minutos a sus espaldas esta temporada a causa de las lesiones.

Estas ausencias abren de nuevo el abanico de posibilidades para que Rafa Muñoz reestructure el once. Julio gana enteros para tapar alguna de las bajas, mientras que la banda derecha buscará nuevo inquilino tras la sorprendente ausencia de Javilillo en el último encuentro. Igna y él se reparten las papeletas para ocupar la banda derecha. Arriba, Falu Aranda sigue convenciendo partido a partido con su constante trabajo de desgaste ante la defensa rival. Y atrás, se espera la vuelta de Nacho Aranda para unir de nuevo a la pareja de centrales que logró el ascenso este verano.

Enfrente, estará el rival con peor bagaje ofensivo de la categoría. Apenas ocho tantos han sido capaces de anotar los almerienses en las 13 jornadas que se llevan disputadas. Por su parte, los paleños han sido capaces de ver portería cinco veces más y salen a gol por partido de media. De esos ocho, sólo tres se han conseguido en su estadio, un dato alarmante que refleja cuál es el estado de un equipo convertido en firme candidato a pelear por evitar el descenso. Eso sí, su poca capacidad resolutiva contrasta con la rentabilidad que saca de esos goles. Con tan pocos aciertos, sumar 12 puntos habla bien del buen hacer que han demostrado los rojiblancos en algunos momentos clave del curso.

En el mismo horario de la pasada semana (12:00), los paleños buscarán encadenar su segunda victoria consecutiva, algo que no logran desde la tercera jornada en Cáceres. Para ello, deberán superar a un filial necesitado y sabedor del importante duelo directo que afronta. Ambos vienen de romper dinámicas negativas, pero sólo una quedará en pie tras el choque.