No es un porcentaje habitual en el baloncesto profesional. 2/18 en triples, apenas un 11% de acierto desde la línea. Fueron las cifras paupérrimas que el Unicaja firmó en Miribilla. Desgraciadamente, no fue simplemente un día oscuro, que también. Es una tendencia en Europa, donde el Unicaja es el peor equipo en esa faceta del juego, el acierto en los triples, de los que siguen vivos en competición. Sólo el ya eliminado Olimpija de Ljubljana (23.8%) empeora al club malagueño, que firma un desolador 27.6%. Lejos queda el formidable 41% del mejor equipo de la competición, el CSKA de Moscú. Entre un 33 y un 36% oscila el grueso de los equipos, meter en torno al tercio se da como lo normal. Bajar del 30% es considerado por los especialistas como un problema serio. El Unicaja mete 5.1 triples, el que menos por delante del Olimpija y junto al Partizan, también eliminado en la fase regular.

Lo paradójico es que el problema no es tan acusado en la Liga Endesa. El equipo de Chus Mateo acumula ahí el séptimo porcentaje de los 18 equipos (33.4%).Tirando lo mismo, mete 6.2 tiros por duelo. Normalmente se alude a la permisividad arbitral en los contactos, superior en Europa, para hablar de estas cifras. El Unicaja promedia 79.4 puntos en ACB (sólo superado por el Madrid) y 78.4 en la Euroliga, con seis equipos mejores.

En fin, son matices de un triple más o un triple menos, tampoco variaciones sustanciales. Pero ayudan a explicar derrotas. Cuando en el primer tiempo el Gescrap apilaba 0/9 y en el segundo se transforma en un 7/14 es evidente que hay un factor diferencial. El Unicaja hunde su fortaleza más cerca del aro, con canastas de dos. Pero conviene no descuidar el triple, arma capital del baloncesto moderno.