El Málaga vivirá esta noche su verdadero punto de inflexión, el que separa la era Ferreira del mandato de Pellegrini. Para ello han mediado seis derrotas en nueve encuentros (cinco como local) y la primera visita a la zona de descenso. Tampoco es un partido cualquiera en lo simbólico, ya que representa el número mil del club en Primera desde que se estrenó en la temporada 49/50. Y en mitad de todo se encuentra Rafa Gil, entrenador del Atlético Malagueño y técnico por un día del primer equipo ("por servir al club al que me debo", reconoce).

Para este marrón, o dulce, según se mire, el de Tolox no ha realizado una revolución en la convocatoria. Sólo Baha entra como novedad, ocupando el lugar que deja el lesionado Manolo. Sí que se ha podido ver un cambio radical en la expedición de técnicos. Sin los portugueses, Gil viajó muy arropado. Junto a él volaron a Barcelona el nuevo entrenador del Málaga, Manuel Pellegrini, el coordinador de la cantera, Antonio Benítez, y el segundo del toloxeño, Luis Martínez. Sin embargo, ninguno de los tres lo acompañará en el banquillo. El único que podría hacerlo es Martínez, pero lo evitará para poder hacerlo mañana en los campos de la Federación. Allí juega el Malagueño, su equipo, contra el Maracena. En este consenso, la consigna es clara: el 1-4-3-3 se convertirá en un 1-4-2-3-1 con el que guarnecer a una zaga falta de confianza.

Enfrente, un Espanyol que sólo sabe ganar esta temporada en su Sin embargo, Pochettino tendrá que innovar: no podrá contar con Duscher, Chica y Dátolo. Por contra, recupera a Javi Márquez y Osvaldo, su goleador.