El Partido Popular no ha cambiado el discurso que recogía su programa electoral y apuesta, en las tres ponencias que se debatirán en su XVI Congreso, por recuperar el consenso con el PSOE, derrotar a ETA y emprender reformas para que la economía recupere la senda de crecimiento sostenido.

Una de las polémicas que ha rodeado este periodo precongresual era si el presidente del PP, Mariano Rajoy, había cambiado los principios que el partido había mantenido hasta ahora.

Este debate llevó a María San Gil a abandonar la ponencia política por diferencias de criterio fundamentales -básicamente en las relaciones del partido con los nacionalistas- y le hizo perder su confianza en Rajoy, aunque finalmente el texto recogió al pie de la letra las ideas de la presidenta del PP vasco, a falta de incluir algunas enmiendas que lo podrían suavizar.

Las diferencias de San Gil con los otros dos redactores de la ponencia coincidieron en el tiempo con declaraciones de Rajoy en las que abogaba por huir del aislamiento que sufrió el PP en la pasada legislatura respecto a las fuerzas nacionalistas, con las que ahora apuesta por un diálogo que no suponga renunciar a sus principios.

Tanto Rajoy como los dirigentes del PP vasco han insistido en que el partido no ha cambiado sus valores y en que no dará ningún giro en la defensa de sus principios.

Así, el PP sigue apostando por la derrota de ETA y no por la negociación, aunque en la ponencia política se arremete duramente contra el PNV, al que acusa de no colaborar en la lucha para acabar con la banda y de mantener una postura "obstruccionista".

Una actitud que para el PP contribuye al debilitamiento de la nación y que ha contagiado al resto de nacionalismos, que han intensificado un "proceso disgregador" del país.

Alcanzar un nuevo consenso y proteger el modelo social eran los ejes básicos del programa electoral que coordinó Juan Costa y que perseguía acabar con cuatro años de "división, resignación y de faltar a la verdad".

Esos son también los ejes de la ponencia política que sigue apostando por consensos en la lucha contra ETA, el modelo territorial, la justicia y la política exterior.

Además de la derrota de ETA, el programa apostaba por construir España entre todos, mejorar la calidad de la democracia, hacer de España un país seguro y una de las cinco economías más avanzadas del mundo y recuperar la voz en el mundo.

A estos fines se unían alcanzar el pleno empleo, conseguir uno de los mejores sistemas educativos, una sociedad con mayor igualdad, proteger el medio ambiente, conseguir la plena integración de los inmigrantes y aumentar el bienestar social.

En materia territorial, el PP abogaba en su programa por someter al debate político y al consenso del resto de partidos una reforma de la Constitución, que exija una mayoría de dos tercios de las Cortes para las reformas estatutarias.

La ponencia política, al igual que el programa electoral, proclama la vigencia del Estado de las Autonomías y, frente a lo que otros proponen, la España constitucional no es para el PP una confederación de naciones ni un Estado federal, sino una sola nación cuya soberanía corresponde en exclusiva al pueblo español.

Como ya hiciera en su oferta electoral, el partido critica la reforma del Estatuto de Cataluña y defiende el recurso de inconstitucionalidad presentado al mismo.

La misma ponencia insiste en la educación -con la supresión de Educación para la Ciudadanía-, en garantizar por ley que el castellano sea la "lengua vehicular" en todas las etapas del sistema y en todo el territorio y en impulsar el aprendizaje del inglés.

La familia, la reforma de la justicia, mejorar las oportunidades de los jóvenes o establecer una nueva política de seguridad son otras de las cuestiones recogidas en la citada ponencia del PP, al que le sigue preocupando la escasez de agua en muchas zonas de España y defendiendo el PHN derogado por el Gobierno.

La economía fue un tema central en el programa y lo sigue siendo ahora con una ponencia económica, en la que el PP apuesta por los principios de libertad, solidaridad, igualdad de oportunidades y cohesión nacional.

Ante la "crisis" económica, el PP reivindica la necesidad de adoptar medidas urgentes para que el país recupere la senda de crecimiento económico generador de empleo e incremente su productividad y competitividad, como bajar los impuestos, reforzar la estabilidad presupuestaria, el fomento de inversiones estratégicas y la reforma del mercado de trabajo.

El partido sigue defendiendo la necesidad de actualizar el sistema de financiación autonómica -con el consenso de todas las CCAA- y de revisar el modelo de financiación local.