Feria de Málaga

Bisbal desplegó toda su energía sobre el escenario de la MTV

  • Más de 180.000 personas se acercaron la noche del viernes a La Malagueta para disfrutar de los primeros conciertos · Pussycat Doll y Kardinal Offishall pusieron el broche final

Lo de la noche del viernes fue multitudinario. Los ríos de gente acercándose a La Malagueta no tenían fin. Más de 180.000 personas se dirigieron a la playa para celebrar el primer día de la Feria de Málaga. Dos horas antes de que los actos comenzaran, la playa ya presentaba un lleno absoluto. Todo el mundo estaba expectante; pronto podrían disfrutar del único concierto que David Bisbal dará este año. La espera no se hizo muy larga. Tras el pregón del ex jugador del Málaga, Sandro y el espectáculo pirotécnico de 25 minutos, el almeriense se subió al escenario.

Los gritos y aplausos destronaron al silencio de la noche. Con los ritmos de Bulería Bisbal saltó a a escena desplegando toda su energía sobre el escenario de la MTV. El artista prometió un espectáculo festivo y lo cumplió. Con una chaqueta negra y una camisa blanca, todo colocado de manera informal, David volvió loco a todo el que estaba allí presente. Desde las primeras notas, la voz del cantante quedaba relegada a un segundo plano; le público ocupó su lugar y tarareaba a pleno pulmón palabra por palabra de cada uno de los temas.

Entre canción y canción, Bisbal se dio un respiro para cambiarse la camisa por un polo. En esos mismos momentos, el artista agradeció la masiva afluencia de gente a La Malagueta: "Gracias por haber asistido. Esto es increíble, no me alcanza la vista para ver el final de la playa", dijo el ganador de un Grammy Latino .

Bisbal ofreció un directo intenso, y alegre. Temas como Lloraré las penas, Ave María y Oye el boom-boom se sucedía a medida que pasaba la noche. Sus seguidoras lloraban desconsoladas ante la presencia del ídolo mientras que el artista corría de punta a punto del escenario y dedicaba a su público su famosa pirueta.

Pero también dejó un hueco para las baladas. "Las balada me conecta con el público", eso fue lo que dijo antes de que sonase Dígale. En ese mismo toda la playa, al escuchar las primeras notas de la melodía comenzó a cantar al unísono. Bisbal no pudo hacer otra cosa más ceder el micrófono y escuchar como las más de 180.000 personas allí presentes cantaban tan exitoso tema. Pero, como era de esperar, Bisbal tenía que terminar con un gran espectáculo y así lo hizo. Rodeado por todos sus músicos comenzó a sonar Silencio, con la que cerró su actuación. El guitarrista introdujo las primeras melodías, en una exhibición de su habilidad con el instrumento. Al igual que durante todo el concierto, la voz de Bisbal y la del público se fundieron en una para dar el broche y final a una actuación en la que la fiesta y la energía fueron los protagonistas en todo momento. Comenzaron a sonar gritos de "otra, otra", pero en esta ocasión, no fue posible y, junto a todos sus compañeros de escenario se despidió el público malagueño.

Pasaron cuarenta minutos cuando el baile y la sensualidad se apoderaron de nuevo de la noche malagueña con el directo de Pussycat Dolls. El quinteto británico deslumbró con una combinación entre coreografías y ritmos sugerentes que las chicas ofrecieron al público sin descanso gracias a éxitos como Buttons, Don't Cha de su primer álbum o su último single When I grow up.

Para cerrar la noche, Kardinal Offishall subió al escenario armado de sus ritmos urbanos y jamaicanos para mantener al público bailando hasta la madrugada.

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