Parece que Angelina Jolie y Brad Pitt están poniendo todo de su parte para que sus hijos sufran lo menos posible con su divorcio. La actriz y los niños acaban de mudarse a una mansión en Los Feliz, la zona en la que la familia Pitt-Jolie vivió hasta su separación y donde aún sigue residiendo el actor. Todo apunta a que ambos están trabajando para hacer posible la custodia compartida de sus pequeños y, para ello, la proximidad de ambas viviendas era imprescindible. A la actriz no le ha importado gastarse 25 millones de dólares en la compra de una casa que cuenta con seis dormitorios, diez baños, una sala de té, biblioteca, piscina y gimnasio.
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