Poco le ha durado a Javier Bardem su luna de miel. El martes por la noche volvió al trabajo para la presentación en Nueva York de su nueva película, Eat, pray, love (Come, reza, ama), que se estrena en los cines de Estados Unidos mañana. El actor español, a pesar de no soltar prenda sobre su reciente boda con Penélope Cruz, asistió al estreno muy bien acompañado, si bien no de su esposa, sino de su compañera de reparto en este trabajo, Julia Roberts, a la que no dejó de prodigar muestras de cariño y complicidad sobre la alfombra roja. A Bardem se le notaba feliz y, aunque no habló nada de su reciente e idílico enlace en las Bahamas, no dudó en mostrar por primera vez en un acto público una alianza de oro en el dedo anular de su mano derecha, que da cuenta de que ya es un hombre casado.

Hace unos días se veía a la pareja española más internacional, contenta y enamorada, pasando unos días de descanso en Hawai. Pero ayer se le acabaron las vacaciones a Bardem y, elegantemente vestido con un impecable traje chaqueta negro y corbata azul, se dejó ver en pleno centro de Nueva York nada más y nada menos con la novia de América que, a sus 42 años, está tan guapa como siempre.

La recordada Pretty woman eligió para el estreno un blazer de Stella McCartney, unos shorts de DVF, sandalias de Roger Vivier y joyas de la firma Me & Ro. Aunque confesó haber ganado algo de peso durante el rodaje en Italia, la actriz lució una figura envidiable.

Bardem volvió a dejar constancia de su admiración por Julia Roberts en esta ocasión. "Es de gran valor para un actor sentir que estás trabajando con alguien creativo, inteligente y generoso, y que te hace partícipe del viaje", comentó sobre su compañera en esta película.