Apertura en Málaga: así es Frou-Frou, el nuevo restaurante de Marbella que mezcla glamour, tradición y sabor mediterráneo

El próximo 15 de agosto, Marbella incorporará un nuevo nombre a su mapa gastronómico: Frou Frou, un restaurante mediterráneo que abrirá sus puertas en Playas del Duque de la mano del Bulldozer Group. Su propuesta combina la herencia cultural y culinaria de las costas del sur de Europa con una visión contemporánea, creando un espacio que reivindica el arte de disfrutar sin prisas.

La esencia de Frou Frou hunde sus raíces en aquella Marbella de mediados del siglo XX que atraía a artistas, viajeros y personajes cosmopolitas en busca de luz, mar y libertad. La idea es recrear ese espíritu vibrante, pero con una estética actual y relajada que invita a desconectar.

Desde el acceso, el ambiente transmite una sensación de calma y sofisticación sin rigidez. Los elementos decorativos, la disposición del mobiliario y una iluminación cuidada forman parte de una escenografía pensada para que el visitante se sumerja en un entorno donde la conversación y el disfrute marcan el ritmo.

Una ruta gastronómica por el sur de Europa

El eje central de la experiencia está en la cocina. El menú, que cambia según la temporada, propone un viaje por distintas regiones mediterráneas. La Riviera Francesa, la Costa Amalfitana, las islas Baleares, las Cícladas y el litoral portugués son algunas de las inspiraciones que dan forma a los platos.

Entre las elaboraciones más llamativas se encuentran el carpaccio de pulpo, los camarones con stracciatella al curry rojo y los paccheri con cordero y feta ahumado. Cada receta combina técnica y materia prima de calidad, presentando sabores que evocan el carácter único de cada costa.

El rincón del pan y los aromas

Frou Frou incorpora un espacio singular dedicado a la panadería artesanal, donde el pan se hornea a diario y perfuma el ambiente con un aroma inconfundible. Aquí también se ofrece una selección de quesos y cócteles aromatizados con fragancias exclusivas, diseñadas para aportar un toque sensorial extra a la experiencia gastronómica.

Este cuidado por los detalles se extiende a todo el local: la música, la temperatura y la iluminación están ajustadas para favorecer un ambiente relajado en el que cada mesa se convierte en un punto de encuentro.

Atardeceres que invitan a quedarse

Cuando la luz del día empieza a caer, la terraza de Frou Frou se transforma. El mar cercano, la iluminación suave y una decoración que mezcla elegancia y naturalidad crean un escenario propicio para prolongar la sobremesa o alargar la velada.

Desde la dirección subrayan que su intención es ofrecer un lugar "cálido, generoso y con personalidad", alejado de formalismos y centrado en el placer de compartir mesa.