El chiringuito a pie de playa en Málaga de los de toda la vida: "Jugosos espetos de sardinas en un balcón que se asoma al mar"

Es un merendero al uso, aunque por su proximidad a la playa habrá quien lo llame chiringuito, pero lo que es seguro con todas las letras es un buen restaurante. Hablamos de Antonio Moreno, en la barriada La Araña, uno de los últimos establecimientos en recibir de la mano de la Guía Repsol un Solete este verano, aunque llevan ya cerca de 60 años dando guerra, en concreto desde 1966, siendo uno de los locales restauración más longevos de la capital.

En la playa de la Araña no se puede decir que haya muchos restaurantes y chiringuitos pese a la proximidad con su arenal. En el límite este de Málaga capital, el merendero Antonio Moreno lleva media vida dando servicio en calle Escritor Ferredon Martínez, 9, un negocio que ya asume la segunda generación aunque el nombre no haya cambiado: de Antonio Moreno padre a Antonio Moreno hijo.

La Guía Repsol, en su reciente actualización veraniega, añadió varios restaurantes y chiringuitos de Málaga entre los que se encontraba Antonio Moreno. De él alaban que es un "clásico del verano malagueño" y tienen claros los porqués: "Trato y ambiente familiar, ofrece jugosos espetos de sardinas en un balcón que se asoma al mar. Cuenta con una amplia terraza a pie de playa y, de postre, flanes muy originales".

Atinan con mucho acierto sobre los misterios que dan valor a Antonio Moreno. Sus espetos son un gustazo, por un precio de 4,50 euros que, si bien no son los más baratos que te encontrarás en el litoral malagueño, es de esos que traen ocho sardinas, que todo hay que decirlo. Pescados y marisco fresco, con gambas, conchas finas o navajas, así como boquerones, calamares, jibia o rosada. Al peso tiene pescados como el besugo, la breca o el pargo, y siempre es recomendable su calamar espetado. Su paella de marisco también es muy popular. No se debe pasar por alto su flan casero Estrella, una delicia para acabar una gran comida. sobre todo por su excepcional calidad-precio, impropia de un chiringuito a escasos metros del mar.

La terraza de Antonio Moreno vale oro, es un gustazo disfrutar de un almuerzo o cena con las vistas a la playa de La Araña a escasos metros de la arena. Sin duda, un rincón oculto en Málaga que, pese a estar en una ubicación recóndita de nuestro litoral, siempre tiene un buen número de mesas ocupadas por su buen servicio y producto.