"Aunque lo conoce ya mucha gente, hay que descubrirlo", el pueblo de Málaga que marcó la infancia de Vanesa Martín

En pleno corazón de la comarca Nororiental de Málaga, entre la Sierra de Gracia, la de las Grajas y la del Conjuro, se alza Archidona, un municipio que atesora un legado histórico y artístico de enorme valor y que fue, durante mucho tiempo, el refugio de la infancia de la malagueña Vanesa Martín. La artista, que dedicó una canción al pueblo de su familia materna, habló sobre Archidona en un episodio del programa Este es mi pueblo, de Canal Sur. Con cerca de 8.900 habitantes y una ubicación estratégica a escasos kilómetros de Antequera, Archidona combina paisaje, patrimonio, tradición y gastronomía propia, lo que la convierte en una joya patrimonial de la provincia.

Vanesa Martín ha mostrado en varias ocasiones su vínculo personal con Archidona. "Toda la familia de mi madre es de aquí y la verdad que tengo muchos recuerdos de cuando yo era pequeñita", recordada durante la emisión del programa sobre el pueblo, del que tiene grabadas escenas "con patines y con la bicicleta y con los primos, corriendo de un lado para otro, un poco cafre". La artista, una de las más reconocidas en el panorama nacional, dejó claro la magnitud del municipio con una frase difernecial: "Aunque lo conoce ya mucha gente, hay que descubrirlo". Estas palabras subrayan la dimensión humana de un pueblo cuya identidad sigue muy presente en la memoria de quienes han crecido entre sus calles, plazas y paisajes.

Patrimonio monumental: de la Alcazaba a la Plaza Ochavada

Su propio nombre evoca su entorno montañoso: del íbero Arri-exi-duna, “la que tiene cercado de piedra”. Declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1980, Archidona conserva vestigios que van desde el Paleolítico hasta la actualidad, pero su etapa de mayor esplendor llegó durante la ocupación musulmana.

Durante el siglo VIII, Archidona se convirtió en la capital de la Cora de Rayya, abarcando buena parte de la actual provincia de Málaga. En su Alcazaba, que domina la ciudad desde lo alto, fue proclamado Abderramán I como primer emir independiente de Al-Ándalus en el año 756, en un acto celebrado en su musalla u oratorio al aire libre. Un siglo después se levantaría la mezquita, transformada más tarde en ermita cristiana y hoy visible como el Santuario de la Virgen de Gracia.

Este santuario es una de las piezas más singulares del patrimonio archidonés. En su interior conviven los vestigios de la mezquita hispanomusulmana original, con seis columnas de mármol rojo y naves orientadas hacia La Meca, y las ampliaciones barrocas posteriores. Se trata de un caso único en Andalucía, donde se superponen sin destruirse dos culturas en un mismo templo.

El recorrido urbano de Archidona arranca en lo alto, donde la fortaleza del siglo IX, reconstruida por los nazaríes en el XIII, vigila la ciudad desde las alturas. Aún conserva dos de sus tres cinturones amurallados y su acceso se realiza atravesando el Parque Periurbano de la Sierra de Gracia, custodiado por pinos carrascos y con paradas como el Mirador del Santo Cristo, desde donde se obtiene una vista panorámica del caserío blanco de Archidona.

Desde este enclave se desciende hasta la Plaza Ochavada, el centro neurálgico del pueblo y una de las plazas barrocas más singulares de Andalucía. Construida en 1786, su planta octogonal y sus fachadas armónicas pero diferentes la convierten en un referente del urbanismo ilustrado.

Museos y arquitectura religiosa

Muy cerca de la Plaza Ochavada, en el antiguo edificio del siglo XVI conocido como la Casa del Pósito, se encuentra el Museo Municipal. Allí se exhiben piezas que recorren la historia del municipio, desde la prehistoria hasta nuestros días, incluyendo hallazgos arqueológicos de la Cueva de Las Grajas y objetos etnográficos relacionados con las tradiciones locales.

Archidona conserva también un importante conjunto de arquitectura religiosa. Entre ellos, destaca el Convento de las Mínimas, fundado en 1551, cuya iglesia del siglo XVIII luce una destacada portada barroca y una torre de ladrillo rojo con chapitel de cerámica policromada. El Convento de Santo Domingo, fundado en 1531 por el Conde de Ureña, acoge hoy el Hotel Escuela Convento de Santo Domingo.

La Iglesia de la Victoria, del siglo XVI, guarda una imagen del Dulce Nombre atribuida al escultor Pedro de Mena, y junto a las Escuelas Pías, uno de los primeros centros de la orden escolapia en España, se encuentra la Iglesia de Jesús Nazareno. La ruta monumental se completa con la Ermita de San Antonio, de estilo barroco tardío.