En la abadía del pueblo escocés de Melrose hay un pequeño cofre enterrado. Dentro de él está el corazón embalsamado de Roberto I, rey de Escocia entre 1306 y 1329. El cofre fue encontrado en el lugar en unos trabajos arqueológicos en 1996, en él ponía que contenía un corazón y que se halló en unas obras en 1921. La reliquia del rey escocés se mantiene en uno de los puntos importantes de Escocia durante su vida, pero hasta ser enterrado allí paso bastantes peripecias que transportan al cofre y a los hombres de Roberto I hasta el asedio de una de las fortalezas musulmanas más grandes y preparadas en el reino nazarí de principios del siglo XIV que aún sigue arrojando nuevos descubrimientos: el castillo de La Estrella de Teba. 

Teba es un pueblo al Norte de la provincia de Málaga que está gobernado por uno de los castillos con recinto amurallado más grandes de toda la zona. En el siglo XIII, los avances de los cristianos hacen que los almohades construyan y refuercen fortalezas en varios puntos de sus dominios. Uno de ellos es la fortaleza de Teba, que desde épocas anteriores a la dominación romana había defendido esta peculiar plaza. Las obras completan un recinto amurallado gigantesco de más de 25.000 metros cuadrados en el que tendrán cabida los habitantes e los pequeños pueblos y alquerías cercanas. La obra consigue convertir a la localidad en una gran fortaleza que sería puesta a prueba con un gran asedio por parte de los cristianos en el agosto de 1330.

Alfonso XI atacó en el marco de una campaña contra los infieles que también fue seguida por el Reino de Aragón. Además, contó con la presencia de un destacamento escocés gobernado por sir James Douglas, uno de los protagonistas en la guerra de los escoceses contra los ingleses por su independencia. Douglas y su destacamento iban camino de Tierra Santa con la misión de cumplir el deseo del rey Roberto I de Escocia, fallecido un año antes, que había pedido que su corazón fuese depositado ante el Santo Sepulcro de Jerusalén. Aunque las Cruzadas ya no tenían el auge que en siglos anteriores, Douglas aceptó la petición de su compañero de armas y una vez en la península ibérica también aceptó luchar con las tropas de Alfonso XI contra los musulmanes de Al Ándalus.

Emboscada y el detalle de la guardia de honor de Mohammed IV

Sitiada Teba durante varios días, las tropas del gran militar musulmán Ozmín llegan desde Granada y atacan a los cristianos con escaramuzas dirigidas a no enfrentarse frontalmente con el ejército rival pero sí a desmoralizarles e ir minando sus infraestructuras. Alfonso XI no cae en alguna de las estratagemas andalusíes, pero Douglas y sus hombres sí que se ponen a la persecución de un grupo de militares musulmanes que consiguen emboscar y dar muerte a este grupo de los escoceses entre los que está Douglas. Cuando la noticia y los objetos tomados de esta escaramuza llegan a la corte de Mohammed IV y éste ve que está el relicario con el corazón del rey escocés, manda una expedición con su guardia de honor a los campamentos cristianos para devolver los restos de los soldados extranjeros caídos. Los supervivientes escoceses llevaron los restos hasta su tierra y allí se les dio sepultura.

Este pasaje de la historia ha servido para que Teba recuerde con un monumento la presencia de Douglas y sus hombres y, además, el pueblo esté hermanado con la localidad escocesa de Melrose. La localidad de Teba fue tomada antes de que concluyese agosto y a finales del invierno de 1331 se firmó una tregua entre musulmanes y cristianos que afectó a la zona. Desde entonces, la fortaleza volvió a ser bien pertrechada y a tener gran importancia en la zona durante casi dos siglos hasta que los Reyes Católicos se hacen con todo el Reino de Granada. El paso de las tropas de Napoleón por la zona dejó muy desmejorado el castillo que sirvió como pequeña cantera para el pueblo y que hoy en día es visitable. Los restos permiten ponerse en situación e interpretar la importancia de esta construcción, una de las mejores para sentir la Edad Media en esta parte de Andalucía. Además, Teba celebrará del 25 al 28 de agosto los Douglas Days para conmemorar la historia protagonizada por los escoceses.