Encontrar un lugar donde disfrutar del aire libre y reflexionar con tranquilidad puede ser un desafío en áreas altamente pobladas. Además, cambiar el entorno cotidiano, incluso si es solo a una corta distancia de donde normalmente se reside, puede ser beneficioso para desconectar y estimular la mente con nuevas experiencias. Existen numerosas opciones para pasar un rato al aire libre en Málaga, pero si a esto le añades algo de historia y patrimonio como la posibilidad de explorar los restos de necrópolis del pasado, ofrece una experiencia bastante enriquecedora.

Estos lugares suelen estar ubicados en entornos naturales, ofrecen tranquilidad, poseen un toque evocador y curioso, y a menudo están adornados con obras de arte. En la provincia de Málaga, hay una gran cantidad de necrópolis para visitar, algunas de ellas ubicadas en el centro de las grandes ciudades, aunque de esas hablaremos otro día.

Castillépolis (Pizarra)

Se han hallado restos mozárabes en Pizarra, que eran cristianos que vivían en territorio andalusí, contemporáneos a otras en las cercanías. Además, en las proximidades del lugar se han descubierto vestigios de época romana. Aunque este yacimiento aún está pendiente de un estudio más detallado, en él se pueden apreciar viviendas y tumbas esculpidas en la roca, así como la zona que servía como cantera.

Su ubicación es estratégica tanto para la defensa como para acceder a él a través de un hermoso paseo por las montañas de Pizarra. Resulta impresionante contemplar el trabajo realizado en la piedra y el esfuerzo que debió requerir hace más de 12 siglos para construir una población en este lugar.

Ruinas de Bobastro (Ardales)

La historia de Omar ibn Hafsún y este lugar es una mezcla de registros históricos verificables, la propaganda de reyes como Abderramán III y sus enemigos, así como leyendas sobre Bobastro. Se trata de una basílica excavada directamente en la piedra, lo que es un testimonio único de Al-Ándalus. Esta basílica cristiana estuvo en manos de Omar ben Hafsún durante casi medio siglo, hasta que Abderramán III finalmente la conquistó y destruyó los monumentos cristianos que el primero había construido.

Además, según la leyenda, se dice que Abderramán desenterró a las personas que estaban enterradas en el lugar, y cuando descubrió la tumba de Ben Hafsún, su cadáver estaba orientado hacia La Meca, como es común en los enterramientos musulmanes. La verdad detrás de estas historias y leyendas puede ser difusa, pero sin duda, este lugar es un destino hermoso en un entorno encantador y sus historias y leyendas añaden un toque interesante a una tranquila excursión.

Poblado y necrópolis tardorromana de La Angostura (Antequera)

La necrópolis se encuentra en el margen izquierdo del arroyo del mismo nombre, en Antequera, mientras que el poblado romano se sitúa en el margen derecho, una disposición común en los restos de asentamientos de la época romana. Aunque esta necrópolis no es muy conocida, está excepcionalmente bien conservada. Permite una visión clara de las prácticas de entierro que tuvieron lugar entre los siglos II y V de nuestra era, cuando la inhumación de cuerpos era común en las regiones que estaban bajo influencia romana, a diferencia de épocas anteriores en las que la cremación era más frecuente.

Este sitio arqueológico fue descubierto durante las obras de construcción de una carretera y muestra signos de haber sido utilizado a lo largo de muchos siglos. En la necrópolis se pueden encontrar tumbas individuales, así como otras que albergan los restos de dos o tres personas. El lugar se encuentra en las proximidades de la Peña de los Enamorados y los Dólmenes de Antequera, lo que lo convierte en un lugar idóneo para disfrutar de la naturaleza y explorar otros puntos de interés histórico y cultural en la región.