La piscina natural al lado de este pueblo de Málaga que tiene una 'pocita' ideal para los más pequeños

El Charco del Canalón, en Istán, es un rincón de aguas verdes, frescas y rodeado de naturaleza, con pozas para grandes y pequeños

Entre senderos, canales árabes y vegetación autóctona, este paraje en la Sierra de las Nieves es uno de los secretos mejor guardados del verano malagueño

Las piscinas naturales de Málaga una a una: la más fría, la refrescante, la secreta, la familiar...

Así es el Charco del Canalón, cerca de Istán. / malaga.es

En la provincia de Málaga, entre las montañas de la Sierra de las Nieves y el litoral marbellí, discurre un cauce que, pese a su nombre común, ofrece un carácter único: el ríoVerde. A diferencia de su homónimo granadino, este río malagueño nace en las alturas de Istán y recorre unos 35 kilómetros atravesando entornos de gran valor ecológico e histórico. En sus primeros tramos, en el entorno de este pueblo blanco, se forma un rincón natural especialmente frecuentado en verano: el CharcodelCanalón, una piscina natural de aguas claras, con una pequeña poza ideal para los más pequeños.

El ríoVerde ha sido eje vital para las comunidades de su entorno desde la antigüedad. En su desembocadura, en la zona de Marbella, los romanos instalaron fábricas de salazón, y en el siglo XIX su ribera fue ocupada por industrias siderúrgicas. Más tarde, las fértiles tierras de su cuenca se dedicaron al cultivo de caña de azúcar. A lo largo de su trayecto, abastece zonas agrícolas y urbanas, interviene en el embalse de La Concepción, y cruza parajes que cuentan con diversos grados de protección ambiental.

Pero es en su tramo alto, en el término municipal de Istán, donde el río ofrece una de sus estampas más llamativas: una secuencia de pozas naturales, saltos de agua y rincones de baño que han ganado popularidad entre quienes buscan un respiro en los meses de calor.

El Charco del Canalón: musgo, agua y frescor entre calizas

Entre paredes de roca caliza y una vegetación frondosa, el CharcodelCanalón se presenta como una piscina natural estrecha y profunda, de tono verdoso. Su nombre parece aludir a la conducción de agua, un antiguo canal de origen árabe, que aún puede observarse unos metros más arriba. Ese verdín que tapiza algunas zonas del cauce aporta el color que da identidad al río y a sus pozas.

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Aunque el acceso requiere cierta caminata, los senderos están señalizados y parten desde las afueras de Istán. La ruta que conecta este municipio con Tolox es una de las más utilizadas para llegar hasta el charco. El entorno, además de su atractivo natural, guarda vestigios del pasado como canalizaciones hidráulicas de época andalusí, similares a las que todavía se conservan en lugares cercanos como Jorox.

Vegetación, fauna y una ‘pocita’ para los más pequeños

Las orillas del río Verde están cubiertas de alcornoques, jaras, pinos, enebros, brezales y otras especies autóctonas. Entre ellas prosperan berros, juncos y correhuelas, y el agua acoge especies como el peculiar pez fraile, presente en algunos tramos del cauce. La combinación de flora y fauna contribuye al carácter fresco y umbrío de este espacio incluso durante el verano andaluz más intenso.

Así luce el río Verde desde arriba, haciendo honor a su nombre. / malaga.es

En el entorno del CharcodelCanalón, además de la poza principal, más alargada y profunda, existe otra poza de menor tamaño aguas abajo, especialmente indicada para los más pequeños. Su acceso más cómodo, baja profundidad y corrientes suaves la convierten en un punto seguro dentro del enclave natural, lo que multiplica su valor como zona recreativa estival.

Cómo llegar hasta el Charco del Canalón

La ruta hacia el CharcodelCanalón comienza en la zona alta del pueblo de Istán, junto a las instalaciones deportivas. Desde allí, se toma una pista que cruza el nacimiento del río Molinos. Tras recorrer aproximadamente 4 kilómetros, un desvío a la izquierda lleva por un carril descendente que alcanza, después de otros 2 kilómetros, las vegas del Colmenar, ya junto al río Verde. En esta zona existen dos explanadas habilitadas como aparcamiento.

A partir de aquí, el trayecto continúa a pie. Se sigue una pista cerrada por una cadena, por la margen izquierda del río, en sentido descendente del cauce. Un recorrido de unos 2,5 kilómetros lleva hasta el vado de Balatín, donde todavía se conserva un puente colgante en mal estado. Unos metros más arriba se encuentra finalmente el Charco del Canalón.

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