La farola

El pueblo de Málaga en el que las calles son juegos sorprendentes para toda la familia

Vistas de Cañete la Real con su castillo dominando el terreno.

Vistas de Cañete la Real con su castillo dominando el terreno. / josé antonio molina muñoz

En el Norte de la provincia de Málaga, en la comarca del Guadalteba y gobernada por un precioso castillo construido en el siglo IX, se asienta Cañete la Real un pequeño pueblo con trazado musulmán que en los últimos meses ha incorporado a su bonito trazado bastantes detalles muy originales que convierten al lugar en un pequeño parque de juegos de mesa para toda la familia. Del popular twister a la incombustible rana, pasando por laberintos señalizaciones originales para encontrar los lugares más buscados en la localidad y otro tipo de juegos que le dan un plus a un pueblo ya de por sí con argumentos para pasar buenas jornadas.

La iniciativa se puso en marcha por el Ayuntamiento de la localidad junto a La Máquina Imaginaria y la idea no es sólo completar diferentes propuestas lúdicas para toda la familia por las calles del pueblo, también que estas evolucionen se vayan cambiando y se integren perfectamente en un entorno que tiene bastantes puntos de valor histórico. Además, hay murales y pinturas por la localidad que  hacen más amena la visita y sirven de complemento y elemento diferenciador del municipio situado en la comarca del Guadalteba. Entre estas pequeñas intervenciones también llaman la atención las huellas que están instaladas en muchas de las calles del pueblo, según su color y pisada llevan a los visitantes hasta lugares en los que comer, rutas senderistas o monumentos que poder visitar, todo en un tono positivo y divertido. Además, este primer fin de semana de septiembre, Cañete la Real celebra el sábado su Día de la Tapa que sirve para poner en valor la gastronomía de esta parte de la provincia, por lo que es una excusa perfecta para conocer la zona.

Castillo de Hins Canit, patrimonio y buitres

Cañete la Real está dominada por el imponente castillo de Hins Canit, rehabilitado y puesto en valor es un gran ejemplo de este tipo de construcciones en la zona. Cuenta con más de 3500 metros cuadrados de recinto, a unos 800 metros sobre el nivel del mar y adaptado al cerro en el que se asienta que también le provee de un foso natural que lo hacía aún mejor defendible. Como otros puntos de la actual Andalucía y localidades del entorno, en el siglo X fue un lugar que los mozárabes comandados por Omar ibn Hafsún dominaron durante décadas hasta que perdieron su contienda contra las fuerzas de Abderramán III. En Cañete, este castillo quedó en manos del futuro califa cordobés en el 906. Después, vivió bastantes batallas y cambió varias veces de manos. Si en 1330, Alfonso XI pudo conquistarlo, volvió a poder musulmán en 1368, sería reconquistado por los cristianos en 1407 y aún volvería cambiar de manos otras dos veces: en 1480 y en 1482 cuando ya quedó definitivamente bajo dominio cristiano.

Además del castillo, la iglesia o el convento de clausura que hay en la localidad son inmuebles de referencia más allá del propio trazado de la localidad. Por cierto, los piononos, dulce que se asocia tradicionalmente a la provincia de Granada, son uno de los dulces que hay que probar si se visita la localidad ya que es una de sus especialidades. Por cierto, quien guste de la respostería, el Convento del Santísimo Sacramento es uno de los conventos habitados de la provincia en los que mejor proveerse de este género. La naturaleza está también presente en el patrimonio cañetero y llama la atención que el cortado de piedra que se asienta tras el municipio es un lugar en el que se pueden observar grandes ejemplares de buitres que se han hecho parte del paisaje. 

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