Los fenicios, siete siglos antes de Cristo, ya bebían vino de lo que hoy es la provincia de Málaga. Probablemente se vendimiase antes. El caso es que una de las provincias con más terrenos montañosos y escarpados de Europa siempre ha encontrado espacio para cultivar viñas, siempre ha experimentado y evolucionado sus vinos y a pesar de la gran plaga de la filoxera que en el siglo XIX devastó casi toda la producción, los caldos malagueños, de diferentes procedencias y tipos, pudieron resurgir y volver a producir. Si se escoge una localidad al azar del mapa de la provincia, se encontrarán vides, parras, viñas o un tipo de vino específico del pueblo, pero también hay producciones de carácter más industrializado que se dividen en cinco grandes zonas que sirven para surtir a las denominaciones de origen Málaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga.

La Axarquía

Un lujo para los amantes de los vinos, cada pueblo tiene su particularidades y tipo de vino que se suele adaptar al terreno y a un clima suave en el que el Mediterráneo deja su influencia. Terrazas, bancales e ingenio para cosechar una zona muy escarpada de la provincia que sin embargo lleva milenios seduciendo de manera ininterrumpida con sus tipos de vino, lejos y cerca de la costa. Las uvas moscatel son bastante cultivadas en este punto y la variedad Rome, que también se cultiva en la zona occidental de Granada, es una particularidad casi única. Pueblos como Comares, Periana, Cómpeta, Moclinejo, Sayalonga tienen mucho que ofrecer en lo referente al vino, pero es injusto reseñarlos porque prácticamente todas las localidades de esta zona ofrecen peculiaridades vinícolas.

Serranía de Ronda

Otra zona en la que históricamente se ha cultivado la uva. Localidades como Atajate dan fe de ello, en cualquier caso es un tipo de viñedo algo distinto al de La Axarquía, el clima aquí es más frío, los terrenos cultivados están, a menudo, a bastante altura sobre el nivel del mar, pero aún así lleva varias décadas recuperando un protagonismo en el aspecto vitivinícola que es muy importante. La cantidad de variedades de uva cultivada es bastante grande, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Viognier, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot, o Tempranillo. En estas semanas se puede ver cómo se mima a la uva en las vendimias nocturnas.

Montes de Málaga

Otro terreno escarpado en el que se ha cultivado la uva desde antiguo. Como en otros puntos de la geografía malagueña, son famosos sus lagares con siglos de trayectoria. Actualmente la producción puede no ser tan grande como la de otras zonas vitivinícolas, pero sí que existe la capacidad de aprovechar las peculiares características de la zona: con grandes desniveles, el mar cerca y diversas zonas en las que el clima es distinto al de puntos cercanos. Las variedades que más se cosechan en los Montes de Málaga son  Moscatel y Pedro Ximénez.

Norte de Málaga

Otro escenario diferente al resto. En precipitaciones, tipo de suelo, temperaturas invernales y estivales y relieve. Una altiplanicie en la que se pueden encontrar variedades de vino como la Pedro Ximénez y la Doradilla que es un tipo de uva aclimatada a la zona y podría decirse que autóctona. Lugares como Mollina o Almargen son buenos ejemplos de pueblos productores de vino. Además, la conexión con otra zona altamente vinícola como el centro y el Sur de la provincia cordobesa ayuda al desarrollo de la viticultura.

Manilva

Probablemente es la zona de producción vinícola malagueña menos conocida. Casares, Manilva o Marbella tienen  pasado y presente en torno a la uva, como otros pueblos del entorno. Sin embargo, es Manilva la que lleva la voz cantante de momento. Con el Mediterráneo como telón de fondo, el clima es particular ya que se encuentra muy cerca de la costa atlántica andaluza y el clima y las corrientes de aire son diferentes a los de otros puntos de la provincia, algo que también pasa con el régimen de lluvias. La variedad más cultivada en esta zona es la Moscatel.