La farola

Tres castillos poco convencionales y uno falso que disfrutar en Málaga

Vistas de Gaucín con su castillo dominando el terreno.

Vistas de Gaucín con su castillo dominando el terreno. / Javier Flores (Gaucín)

Las fortificaciones marcan el trazado y la disposición de la mayoría de localidades de la provincia de Málaga. Sin embargo, el paso del tiempo ha ido reduciendo el legado histórico pero aún se conservan gran número de restos de castillos, alcazabas y construcciones defensivas por toda la geografía malagueña que fue un punto muy conflictivo durante bastantes periodos históricos. El trazado accidentado de la provincia y sus peculiares características ha hecho que muchos de estos edificios estén en lugares especiales, perfectos para defender la plaza pero complicados para construir cualquier cosa por lo elevado, escarpado e irregular del terreno. Además, la historia de la Costa del Sol también le ha dado algún que otro edificio peculiar que, aunque no fue históricamente un castillo sí que es digno de visita por su sorprendente forma y simbología. Además, la mayoría está en localidades con un casco urbano y un entorno que permite completar la visita con planes de ocio de todo tipo.

Castillo del Águila, Gaucín

No es de los castillos más grandes de la provincia, pero sin duda su ubicación es espectacular. El paisaje imponen en este punto adyacente al casco urbano de Gaucín en el que se construyó una edificación que, además, está cargada de historia. En sus proximidades cayó Guzmán El Bueno que trataba de conquistarlo. La vegetación se extiende en sus antiguas dependencias exteriores pero es visitable y sirve para hacerse una idea de lo complicado que puede ser realizar este tipo de construcciones en un punto tan escarpado. Un mirador de lujo no sólo del pueblo, también del Valle del Genal.

Castillo de Benadalid

Benadalid es un pueblo pequeño  con mucho encanto de la serranía rondeña que esconde un pequeño tesoro como es su castillo. También está en un lugar privilegiado pero su particularidad es que, aunque ha sido utilizado en todas las épocas su planta y origen son romanos. Se usó en la época andalusí, en la cristiana y también es el cementerio de la localidad. Aún así, sus muros, los paisajes que hay en torno a él  y el propio edificio en sí son un bonito regalo en este bonito punto de la geografía malagueña. Una zona importante para la conexión entre la sierra y la costa y con gran legado histórico.

Alcazaba de Antequera

Absolutamente diferente a los dos anteriores castillos, uno de los puntos en común que comparten salta a la vista: el dominio del territorio. Su imponente situación permite instantáneas preciosas y sus jardines son muy sugerentes para un buen paseo. Una alcazaba no sólo cuenta con la parte fortificada y dedicada a la defensa y está en una localidad que de gran importancia (en la actualidad y durante siglos). Se erigió sobre una fortaleza romana en el siglo XII y se completaron las instalaciones en la época cristiana y se conserva bastante bien. Es una buena escusa par visitar Anteuqera que ofrece muchas opciones en torno al patrimonio histórico.

Castillo de Colomares, Benalmádena

Es un falso castillo, nunca defendió nada y aún así es espectacular, de hecho uno de los puntos más visitados de Benalmádena. Para descifrar el Castillo de Colomares hay que poner atención a las indicaciones y tener en cuenta su particular historia. Esteban Martín, un médico que trabajó en Estados Unidos casi toda su vida y retornó, ideó y construyó junto a dos personas más este peculiar y críptico monumento a Cristóbal Colón que tiene en cuenta todos los pasajes de la vida y aventuras del marino. Una visita curiosa y sorprendente en plena Costa del Sol.

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