Estos son los pueblos más bonitos de Málaga para una escapada de ensueño este Puente de Mayo: paisajes, historia y rincones secretos

Mayo está a la vuelta de la esquina y con él el famoso 'puente de mayo'. Este año, el 1 de mayo cae en jueves y permite la posibilidad de enlazar un excepcional fin de semana, de jueves a domingo. Como no puede ser de otra forma, desde La Farola te proponemos una escapada pero sin salir de las fronteras de la provincia, explorando algunos de los pueblos más bonitos. De Ronda a Nerja pasando por Antequera, El Acebuchal o Frigiliana, cualquiera de estas opciones garantiza una experiencia rural sobresaliente para este puente de mayo en Málaga.

Antequera, un viaje al corazón prehistórico de Andalucía

Conocida por su imponente patrimonio megalítico, Antequera es el municipio más extenso de Málaga y uno de los más representativos a nivel histórico. Su riqueza patrimonial se aprecia en enclaves como el Conjunto Dolménico de Menga, Viera, El Romeral y El Alcaide, vestigios del pasado que sitúan al visitante en el Paleolítico. Este conjunto, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, se integra en un entorno que requiere más de una jornada para explorarlo en profundidad. Antequera no solo guarda restos de civilizaciones antiguas, sino también siglos de historia visible en su arquitectura religiosa, sus fortificaciones y su entramado urbano.

Archidona, armonía urbana y herencia monumental

Al norte de la provincia, Archidona sorprende con su icónica Plaza Ochavada, una joya urbanística de planta octogonal que articula el casco antiguo. Su patrimonio incluye el castillo-fortaleza medieval, con dos líneas de muralla, y un conjunto de edificaciones religiosas como la ermita de la Virgen de Gracia o el Convento de Santo Domingo, testigos de una localidad que conserva su esencia barroca y renacentista. El equilibrio entre historia, estética y serenidad convierte a Archidona en uno de los pueblos más reconocidos del interior malagueño.

Casabermeja, patrimonio oculto en la Axarquía

Aunque pequeño en extensión, Casabermeja cuenta con cuatro espacios declarados Bien de Interés Cultural: la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Socorro, el singular Cementerio de San Sebastián, el Conjunto Pictórico de las Peñas de Cabrera y la Torre de Zambra. Este núcleo blanco, situado a poca distancia de la capital, combina su patrimonio histórico con una oferta natural que incluye diversas rutas senderistas que permiten recorrer su entorno montañoso en plena Axarquía.

Casares, fortaleza andalusí sobre la sierra

Al sur de la Serranía de Ronda se encuentra Casares, pueblo blanco que se alza en lo alto de una colina dominada por los restos de un castillo árabe del siglo XIII. Esta antigua fortaleza fue clave para la defensa del Reino Nazarí y hoy conserva parte de sus murallas originales. Casares se integra en un entorno natural de gran belleza, como el Paraje Natural de la Sierra Crestellina, desde donde se divisa un paisaje que combina historia, naturaleza y vistas al Mediterráneo.

El Acebuchal, la aldea renacida entre montañas

El Acebuchal es un caso excepcional de recuperación rural. Esta aldea, situada entre Frigiliana y Cómpeta, quedó despoblada en 1949 y permaneció abandonada durante 50 años. Hoy revive como un rincón oculto dentro del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, gracias al impulso de descendientes de antiguos habitantes. Su arquitectura tradicional, sus calles empedradas y su aislamiento natural convierten al Acebuchal en un ejemplo de pueblo recuperado y en armonía con el entorno.

Frigiliana, belleza morisca entre callejones encalados

La estética andalusí se mantiene viva en Frigiliana, considerado uno de los pueblos más bonitos de España. En su núcleo histórico, el Barribarto, se conservan calles empedradas, pasadizos y escalinatas que remiten al legado morisco. La iglesia de San Antonio, construida sobre una antigua mezquita, y las fachadas blancas decoradas con macetas de flores, hacen de este rincón de la Axarquía un espacio cargado de tradición y encanto.

Genalguacil, arte al aire libre en pleno Valle del Genal

Ubicado en la Serranía de Ronda, Genalguacil es conocido como el “pueblo-museo”. Desde 1994, este municipio acoge cada año a artistas que dejan sus obras como legado permanente en calles, plazas y fachadas. Esta apuesta por el arte convierte su centro en una exposición al aire libre, donde la estética se funde con la vida cotidiana. Su enclave natural, rodeado por el frondoso Valle del Genal, acentúa aún más su carácter único.

Mijas, tradición y símbolo en la Costa del Sol

Mijas, en la ladera de la sierra del mismo nombre, ofrece una estampa inconfundible de la Costa del Sol interior. En su Plaza de la Virgen de la Peña, junto a la Oficina de Turismo, se encuentra la escultura del burro, símbolo del municipio y homenaje al esfuerzo de estos animales en la vida laboral de la localidad. Mijas combina tradición, paisajes de mar y montaña, y un trazado urbano que conserva la identidad andaluza.

Nerja, mirador natural del Mediterráneo

Entre acantilados y calas, Nerja es uno de los destinos más conocidos del litoral oriental malagueño. Su pasado agrícola y pesquero se refleja en espacios como el nostálgico Parque de Verano Azul o el famoso Barco de Chanquete. Sin embargo, su mayor atractivo reside en el Balcón de Europa, un mirador abierto al Mediterráneo que ofrece vistas inigualables sobre playas y acantilados. Su clima suave y sus paisajes costeros la convierten en una opción frecuente tanto en invierno como en verano.

Ronda, el pueblo más romántico

Conocida por su impresionante Tajo y su legado andalusí, Ronda figura entre los pueblos más visitados y fotografiados de España. Sus calles blancas, patios tradicionales, blasones familiares y trazado morisco convierten su casco histórico en un lugar cargado de historia y belleza. Considerada por muchos como el pueblo más romántico de España, Ronda mantiene un hechizo permanente sobre quienes la visitan, gracias a su fusión entre naturaleza, patrimonio y leyenda.