En algún momento de finales del siglo XIX, gran parte de los vecinos de Zorrilla se cansaron de quedarse incomunicados en las épocas de lluvias y cruzaron el río Benamargosa para instalarse en la otra orilla. La decisión acabó creando un pueblo que hoy en días es más grande que el que dejó atrás y como pocas ocasiones hay tan pertinentes para hacerlo, llamaron Triana a la nueva población. La idea de bautizarla como el barrio sevillano era confirmar una obviedad: estaban frente a su antiguo pueblo y como en la ciudad hispalense al otro lado del río. Hoy en día es un lugar tranquilo rodeado por plantaciones de frutales, con una estupa budista en sus proximidades y una situación geográfica privilegiada que proporcionan una gran excusa para pasear hasta ellas. Desde Triana se domina la costa y el abrupto terreno de La Axarquía. No en vano, sus vecinos usan un eslogan ambicioso pero argumentado: el corazón de La Axarquía, representado además por una escultura donada al pueblo por el ceramista Virgilio Rodríguez, axárquico de adopción. Triana pertenece a Vélez-Málaga y está sólo a  14 kilómetros del centro de la capital de la comarca.

Entre Los Montes de Málaga y la Sierra de Tejera y Almijara, a poco más de 15 kilómetros del embalse de La Viñuela y a no mucha más distancia de un buen saco de pueblos como Benamargosa, El Borge, o Trapiche. Triana está en un lugar clave para poder decidirse hacia cualquier punto de La Axarquía y verlo de una manera diferente. Por eso, para una excursión por la zona puede ser un buen lugar como punto de partida o como base para la excursión completa. Darse un paseo por el pueblo, comprar fruta o respirar aire limpio dará sensaciones diferentes a las normales para los urbanitas. Su colegio ha sido decorado recientemente con un gran mural, sus calles están bautizadas en la mayoría con nombres de frutas y los campos que la rodean tiene aguacates, mangos y otro tipo de cultivos no muy frecuentes fuera de las provincias de Málaga y Granada.

Estupa de Kalachakra

A menos de tres kilómetros del pueblo se encuentra una pequeña excentricidad, algo inesperado en un lugar así, pero que se ha adaptado al paisaje y es un punto perfecto para un paseo con la recompensa del paisaje que se podrá ver desde la cumbre. La estupa budista de Kalachakra. Construida en 1994, con 13 metros de alto y también llamada Rueda del Tiempo es una construcción única en occidente que obliga a preguntarse el motivo de su construcción. Resulta que a principios de los 80, Aldea Alta era un pueblo abandonado que acabó siendo adquirido por un matrimonio hispano danés. La pareja acabó construyendo en él un sitio de retiro budista (Karma Guen) que en 2022 cumplirá 35 años en su ubicación y que sigue siendo un centro de vida. En él se practica una rama del budismo laica en la que no es obligatorio ser monjes y tiene biblioteca y lugares para la oración. Vélez-Málaga, Benamocarra, Iznate, la propia Triana, Almáchar, Cútar, Comares, Canillas de Aceituno, Viñuela, Periana, Riogordo y Alcaucín se pueden ver desde la posición de la estupa que también otea el Mediterráneo. Además de La Maroma, pico que domina la Sierra de Tejera y Almijara. Sin duda es un lugar muy bueno para la meditación.