Málaga encara el tercer día de huelga de basura sin ningún viso de acuerdo en el horizonte más cercano, básicamente porque ni la empresa mixta de limpieza Limasa ni el comité dan muestras siquiera de querer sentarse a hablar. Mientras tanto, la suciedad empieza a ser palpable en la ciudad, donde toneladas de basura aguardan ya para ser recogidas, y el Ayuntamiento ya ha advertido que si no se pone fin al paro en los próximos días contratará a empresas privadas externas en aquellos puntos donde por razones de seguridad se vea la necesidad.

Ante el complejo escenario que se plantea tras tres días de huelga, el edil de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez, aseguró a este periódico que esa opción está encima de la mesa "si detectamos que el exceso de acumulación de basura puede poner en riesgo la salubridad y seguridad de los ciudadanos como ya se planteó en la anterior huelga". Se refirió al paro que los trabajadores de Limasa llevaron a cabo en diciembre de 2013 y en la que hubo que contratar a trabajadores externos para actuar en calles específicas. Finalmente sólo fue en la calle Fresca, en el centro histórico de la capital, donde los bomberos alertaron del riesgo que suponía la basura acumulada en caso de incendio.

De hecho, la resolución de aquel conflicto laboral se produjo apenas horas después de que el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, lanzase un órdago sin precedentes a los representantes sindicales al decretar la contratación de empresas privadas para recoger los residuos acumulados sobre la base de una situación de "riesgo" desde el punto de vista de seguridad. Esta vuelta de tuerca pilló a contrapié a un comité de empresa que se vio obligado a abordar a un acuerdo.

Pero el presidente del comité, Manuel Belmonte, advirtió en esta ocasión que se trataría de "una ilegalidad porque vulnera un derecho de los trabajos" y, es más, amenazó al Ayuntamiento con que si finalmente recurre a la contratación de trabajadores externos "eso tendrá consecuencias judiciales, además de generar mayor confrontación".

Todo dependerá de lo que ocurra en los próximos días, aunque a la vista de la pasividad de unos y otros por retomar la negociación se avecina un final largo y complejo. Ni el concejal ni el presidente del comité mostraron ayer su intención de dar el paso tras la tensa ruptura del diálogo que protagonizaron ambas partes en el encuentro que mantuvieron el martes en La Caja Blanca, horas después de que comenzara la huelga.

El argumento del Ayuntamiento es que ya hicieron su última oferta, rechazada contundentemente, y que pasa por devolverles a los fijos los descansos los sábados y domingos desde este mismo año, y pagarles la paga de productividad a lo largo del año que viene, entre otros puntos.

Pero precisamente la paga de productividad sigue siendo el principal obstáculo para acercar posturas y el presidente del comité también quiso dejar claro que "queremos los derechos que perdidos y no vamos a hacer más hasta entonces".

Sin embargo, el alcalde malagueño pidió "moderación, reflexión y sensatez" al comité y volvió a incidir en que "es una huelga que no tiene justificación porque es un colectivo que tiene unos ingresos superiores a los de los trabajadores municipales". Así, dijo que "nos hemos esforzado en evitar la huelga y hemos hecho ofertas de avance que merecían haber recibido una respuesta positiva". El presidente de Turismo Costa del Sol y de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, también lamentó que se dañe la imagen de la ciudad como destino turístico y criticó al comité por "amenazar periódicamente con una huelga".