El Ayuntamiento endurece su postura tras un nuevo fracaso en la negociación
El plazo dado por el regidor para que el comité aceptara su última oferta expiró y ahora se remite a la anterior para retirar el ERTE
Nuevo fracaso y regreso a la oferta anterior. Un minuto después (00:01) de que expirara el plazo que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, dio a los trabajadores de Limasa, el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, compareció ante los medios de comunicación para endurecer la postura del Ayuntamiento en el conflicto de la basura. El edil, tras el encuentro infructuoso que mantuvo por la tarde con los representantes del comité, declaró que ahora se vuelve al escenario anterior que contemplaba, entre otras cosas, la eliminación de la paga de productividad (867 euros) en 2014 a la plantilla, que perdería la quinta semana de vacaciones y la cesta de Navidad, aunque se actualizaría la antigüedad.
Jiménez subrayó que una vez agotado el plazo el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) se aplicará a partir del próximo 1 de enero si la plantilla no ratifica la oferta que se ha vuelto a poner sobre la mesa. Además, el concejal de Medio Ambiente acusó a parte del comité de empresa (formado por seis sindicatos) de "coacciones" a los trabajadores. Jiménez recordó que cada trabajador está perdiendo por cada día de huelga que pasa unos 80 euros y que en las calles de la capital ya se acumulan 1.200 toneladas de residuos. Por eso, esta misma mañana el Ayuntamiento va a solicitar a la Junta de Andalucía que se amplíen los servicios mínimos hasta el 100% en el centro y las zonas comerciales y al 85% en el resto de barrios.
La conferencia de prensa de Jiménez tuvo lugar cuatro horas después de un nuevo encuentro con el comité que no sirvió de nada. Los representantes de los trabajadores quisieron ayer escenificar su unidad tras las dudas planteadas por De la Torre y ni siquiera se plantearon la convocatoria de una asamblea para someter la propuesta a votación. Por eso antes de que se cumpliera el plazo, el Ayuntamiento dio un paso más y el concejal de Medio Ambiente acudió a Los Ruices pasadas las 18:00 en un intento de acercar posturas con el comité, que se mantuvo inmóvil respecto a los últimos días en un único punto: no están dispuestos a compensar los seis días de vacaciones que disfrutan en invierno trabajando un sábado de cada cuatro entre los meses de mayo a octubre. El concejal aseguró que en el encuentro les propuso sustituir los sábados trabajados por seis festivos repartidos en el año, para que los trabajadores eventuales que cubren esos turnos fueran destinados a los sábados, pero esta postura no convenció al comité a pesar que de esta manera "sí se cumplen las 35 horas semanales que ellos reclamaban", concretó Jiménez. "Entendemos que es una huelga de carácter político. Hemos ido cediendo en todo y nos hemos encontrado con el rechazo", concretó el concejal, sobre esta última oferta en la que sólo se recortaba la paga de productividad y se obligaba a trabajar seis sábados o seis festivos, según el último intento de acercar posturas.
Por la mañana, el regidor aseguraba que no entendía por qué no se había votado la última propuesta hecha al comité para desbloquear el conflicto y terminar con la huelga indefinida; una propuesta que para el regidor era "muy buena" y "muy difícil de rechazar". "Si estuviéramos en un país más maduro democráticamente sería impensable que una parte del comité quiera secuestrar la voz, la expresión de la voluntad clara de los trabajadores", declaró De la Torre, que endureció su discurso después de que durante todo el fin de semana lanzara mensajes en la búsqueda de que los trabajadores convocaran una asamblea para que se ratificara su propuesta. De la Torre ya aclaró que iniciado el paro indefinido habló del "perjuicio" que el conflicto puede generar no sólo en la ciudad, "que ya lo está provocando, sino para los trabajadores", que puede ser "mucho mayor que lo que están discutiendo; puede ocurrir que los trabajadores acaben perdiendo más".
Por su parte, Manuel Belmonte, el presidente del comité de empresa de Limasa, reiteró la unidad entre los representantes de los trabajadores y de la plantilla, "a pesar de las presiones y los intentos de división que hemos venido sufriendo". Belmonte se mostró molesto con las declaraciones del alcalde sobre cómo se estaba impidiendo que los empleados pudieran opinar sobre la última oferta y volvió a repetir que el cúmulo de recortes del convenio laboral que vienen sufriendo en los últimos años es suficiente como para asumir ahora más horas de trabajo entre los meses de mayo y octubre. "De una vez hemos dicho ya basta", concluyó de forma rotunda.
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