Málaga

Caen dos bandas dedicadas a atracar cajeros mediante explosiones de gas

  • La operación Bombona se ha saldado con 13 detenidos que actuaron en 18 bancos de la provincia y que se llevaron 250.000 euros

Al menos 18 atracos en entidades bancarias y un botín que asciende a más de 250.000 euros es lo que se le imputan a los dos grupos criminales que la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía de Málaga han desarticulado en una operación conjunta bautizada como Bombona que ha terminado con la detención de 13 personas.

El objetivo de ambas bandas eran los cajeros automáticos que asaltaban mediante el método conocido como la explosión por acetileno y que consistía en introducir en su interior una mezcla de gases mediante artilugios fabricados artesanalmente por los delincuentes para posteriormente provocar mediante una chispa una deflagración que hacía saltar por los aires el dispositivo.

La investigación comenzó en diciembre de 2012 cuando se produjo un robo en una entidad bancaria de Rincón de la Victoria. En aquella ocasión los ahora detenidos consiguieron llevarse 80.000 euros y no fue hasta el 31 de enero del año pasado cuando todas las pesquisas se centraron en un conocido delincuente, de origen italiano, considerado como el ideólogo en Europa del método empleado y que lideraba uno de los grupos desarticulados que estaba asentado en la barriada malagueña de El Palo, según explicó ayer el subdelegado del Gobierno en Málaga, Jorge Hernández Mollar.

Precisamente ese individuo fue sorprendido cuando trataba de robar en un cajero automático de Torremolinos, lo que condujo a su detención por parte de la Policía Local y a la identificación de los otros cuatro integrantes de su banda -todos de nacionalidad española- a los que se le imputan cinco delitos por 14 robos.

Pero los investigadores ya habían determinado previamente que se trataba de dos organizaciones criminales distintas y, una vez desarticulado el primer grupo, todas las investigaciones se centraron en la segunda banda formada por ocho ciudadanos de origen británico. Algunos de ellos también están reclamados judicialmente por su país por estar implicados en otros 40 atracos del mismo tipo y mediante el mismo procedimiento, y por los que se calcula que lograron hacerse con un botín de más de seis millones de libras esterlinas.

En el caso de este grupo de delincuentes, la desarticulación no se produjo hasta hace una semana cuando se tuvo que precipitar la operación debido a que los sospechosos intentaron deshacerse de pruebas que les relacionaban con los robos, incluso la quema de un vehículo policial.

El primer arresto se produjo en Marbella cuando uno de los integrantes de la banda trató de huir en un coche que había sido utilizado para cometer los robos.

La colaboración ciudadana fue crucial para acabar con este grupo gracias a que los investigadores pudieron identificar la marca que quedó en el vehículo que los atracadores usaron para darse a la fuga tras el robo de un cajero en San Pedro de Alcántara y que correspondía a una maceta que un vecino lanzó desde la ventana de a su casa dirigida hacia uno de ellos.

Con la detención de uno de sus miembros, los agentes se centraron en arrestar al resto del grupo criminal que se encontraba en una vivienda de la urbanización Oasis de la Cala de Mijas. Varios de ellos intentaron huir por los tejados de la urbanización, aunque finalmente fueron reducidos.

Durante la investigación, se descubrió una compleja estructura compuesta por vehículos y viviendas ubicadas en varias urbanizaciones de la costa occidental con el fin de complicar su localización.

Los atracos se produjeron en distintos cajeros de Rincón de la Victoria, Málaga, Torremolinos, Mijas, Estepona y Marbella. El comisario del Cuerpo Nacional de Policía de Málaga, Pedro Garijo, insistió en la "peligrosidad" de estos grupos que no tenían en cuenta la estructura de los edificios donde provocaban las deflagraciones, pese a poder afectar a viviendas.

El subdelegado del Gobierno destacó la "buena" colaboración entre los agentes de la Udyco-Crimen Organizado de la Comisaría Provincial de Policía de Málaga y de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Málaga, con el apoyo del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) de la Policía Nacional.

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