Se dice que "la educación es eso que queda cuando se ha olvidado todo lo demás". Por ello, la Fundación Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia (SAFA), obra educativa de la Compañía de Jesús, lleva a cabo una formación integral en todas las etapas educativas. En los centros SAFA se podrá aprender sobre la vida desde la Educación infantil, pasando por un Grado Universitario de Maestro, Educación Primaria, ESO, Bachillerato y una amplia oferta en Formación Profesional tanto básica, como a distancia o dual, siempre atendiendo a las necesidades del tejido productivo.

En concreto, Málaga tiene en el centro SAFA ICET, situado frente al mar en la barriada de El Palo y con todas sus enseñanzas concertadas, una fuente de aprendizaje que se ha fundamentado en estos meses de pandemia en una actividad educativa y social cuyo objetivo no ha sido otro que formar a mujeres y hombres de cara a los demás.

El mejor ejemplo de ello ha sido ver a profesorado, alumnado y personal de la Fundación trabajando de manera cooperativa en el diseño de soluciones válidas para ayudar en un tiempo de emergencia social, aplicando directamente lo aprendido en el aula. Así ha ocurrido en el proyecto “SAFAMakers”, con el que se han fabricado y donado más de 17.000 Equipos de Protección Individual (EPI) hechos con impresoras 3D.

Clase de Primero de Bachillerato del Centro de Málaga.

De igual modo, el centro educativo ha funcionado como catalizador de ayudas para aquellas familias que presentaban más necesidades. La respuesta de los colegios ha sido rápida. Entidades y empresas que colaboran de forma habitual con los centros SAFA se han adaptado a la nueva realidad que ha traído la pandemia y están contribuyendo a cubrir necesidades básicas (alimentos o medicamentos). La ayuda social ha sido muy diversa y de distinta procedencia: donaciones de profesores, Asociaciones de Madres y Padres, campañas de recaudación de fondos específicas y aportaciones de entidades públicas y empresas (como la Fundación Endesa, Endesa, la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, el Parlamento de Andalucía, Educo y el programa Caixa-Pro-Infancia). La colaboración de estas y otras entidades ha supuesto una ayuda cercana al millón de euros desde el inicio de la pandemia hasta la actualidad y ha beneficiado a más de 1.000 familias.

Combatir la brecha digital ha sido otro de los aspectos en los que más se ha incidido para no dejar a ningún alumno atrás en su proceso de aprendizaje. Se han organizado préstamos de equipos informáticos y ayudas para facilitar el acceso a internet desde los hogares cuando ha sido necesario realizar docencia a distancia. En este sentido, gracias a la colaboración de entidades como la Fundación Banco Santander, la Fundación Pastrana, Endesa, la Fundación Endesa, Vodafone y Entreculturas se ha conseguido que más de 600 familias, 90 de ellas malagueñas, tengan las condiciones de equipamiento informático y conectividad necesarias para continuar sus clases.

Y a todo ello se ha sumado el acompañamiento personal y académico del alumnado y las familias. SAFA ha mantenido un contacto estrecho y ha puesto a disposición de su alumnado recursos muy diversos (educativos, Pastoral…) a través de su plataforma propia (Brocal SAFA). Frente a la imposición de la distancia social por motivos de seguridad, tanto los equipos directivos como el profesorado y el personal de administración y servicios ha buscado la fórmula para estar muy cerca de toda la comunidad educativa y atender las necesidades de las familias.

Desde el inicio de la pandemia y gracias al Servicio de Prevención de Seguridad y Salud propio, hemos sido capaces de dar seguridad a todos los Centros, desde la elaboración y aplicación del protocolo COVID, hasta la necesaria adaptación a las condiciones cambiantes que nos vamos encontrando a lo largo del tiempo. La estructura de este servicio se apoya en los interlocutores con formación específica que existen para cada Centro, que son los que asesoran, desde el conocimiento y el análisis, a los Gerentes y Equipos Directivos.

Este cuidado se ha hecho extensivo a toda la oferta de servicios complementarios de los colegios: aula matinal, comedor, actividades deportivas e idiomas y residencias escolares, con un Plan de apertura de centros que se ha adaptado a la situación actual y está haciendo posibles actividades de ocio y la conciliación familiar y laboral.

Alumnos 4C (Competentes, Conscientes, Compasivos y Comprometidos)

La responsabilidad social y la innovación forman parte de la identidad de las escuelas SAFA, en las que se fomenta un modelo educativo de excelencia académica y compromiso con la sociedad.

En todos los centros SAFA se desarrolla el Programa Ítaca de innovación educativa, que promueve una educación integral para que el alumnado desarrolle al máximo sus capacidades. Esto se consigue trabajando tareas competenciales y relacionadas con la vida que ponen en funcionamiento habilidades que normalmente han estado más relegadas a un segundo plano, como la competencia digital, el sentido crítico, la concienciación, las acciones solidarias, la reflexión o la relajación. Se trata de un modelo educativo que dota de valor a la imaginación, a la experiencia práctica, al aprender con otros y de otros y a aplicar lo aprendido en la propia vida.

Las etapas formativas comienzan con Educación Infantil.

El profesorado y el alumnado de los centros SAFA están acostumbrados en su día a día a formas de trabajo que enriquecen el aprendizaje y aumentan la iniciativa del alumnado, como la docencia compartida, el aprendizaje cooperativo, las inteligencias múltiples o el aprendizaje basado en proyectos. Y a realizarlo desde una perspectiva de inclusión, que asegura la participación de todos en la vida escolar adaptando el aprendizaje a los diferentes ritmos y capacidades de cada uno de los alumnos.

Además, la formación continua del profesorado repercute positivamente en el alumnado con la puesta en marcha de proyectos y actividades, que aportan valor añadido a la oferta educativa de los centros SAFA en todos los niveles educativos: Erasmus+, bilingüismo, experiencias de inmersión lingüística en el extranjero, disciplina positiva, comunidades de aprendizaje, aprendizaje cooperativo, aprendizaje basado en Proyectos, CLIL, Lean Management, etc.

El modelo educativo ignaciano que compartimos con la red mundial de colegios jesuitas (Educate Magis) es un factor que nos define e identifica con una educación en valores cristianos y una preocupación por la justicia social.

Estamos convencidos de que lo más valioso que podemos ofrecer al alumnado en su etapa escolar es su capacidad para elegir su proyecto de vida ofreciéndole todas las herramientas que va a necesitar, desde el conocimiento, la afectividad y la interioridad.

Si queremos educar para la vida, no hay mejor momento que el actual para demostrarlo, para que los niños y jóvenes, junto a la sociedad en la que vivimos, superen esta crisis y aprendan de ella, con una escuela que ofrece oportunidades para mirar y analizar la realidad: experimentar, reflexionar y vincular lo aprendido con los retos de la vida.