Málaga

Coronavirus: Marcos Cerveró, ojos malagueños en la cuarentena china

  • Marcos Cerveró, preparador físico de élite en un equipo chino, explica cómo han sido las precauciones en el gigante asiático para combatir el virus

Marcos Cerveró, en su trabajo de preparador físico en China.

Marcos Cerveró, en su trabajo de preparador físico en China. / M. G.

Marcos Cerveró Simonet es un preparador físico malagueño, especializado en baloncesto, que lleva una carrera itinerante. Ha trabajado en Kazajistán, Venezuela, Puerto Rico, México y ahora está en China, trabajando para los Liaoning Flying Leopards, con sede en Shenyang. Marcos Cerveró ha vivido en primera persona la explosión del brote del coronavirus en el gigante asiático, aunque su ciudad está a tres horas y media de avión de Wuhan, el punto de origen de la pandemia, muy cerca de la frontera con Corea del Norte y también la de Mongolia. En Shengyang en la que habita apenas ha habido 30 casos, pero, aun así, las medidas de precaución son tremendas aunque en las últimas semanas no ha habido ningún positivo.

El malagueño volvió a casa por unos días aprovechando el parón por el Año Nuevo chino. El 21 de enero jugó su equipo el último partido y el 30 de enero anunció la CBA que ya no habría más partidos hasta que se controlara la pandemia. Para el 15 de abril está prevista la reanudación de la competición, con partidos a puerta cerrada y concentrados los 20 equipos de la competición, divididos en 10 en cada sede. Tuvo que esperar en Málaga hasta el 17 de febrero para regresar a Shenyang.

"Cuando llegué estaba en el punto que se está en España ahora. El equipo sí entrenaba porque la situación se presta a hacer algunas cosas que en España son más complicadas. Todo el equipo vive en una hotel, en la misma planta, incluso los chinos, que son todos de la región de Liaoning, que sería como Andalucía. El autobús es del club y el pabellón es nuestro. Llegué y me pusieron en cuarentena, la comida me lo traían en un carrito y salían corriendo, no tuve contacto físico con nadie en esos 14 días", explica Marcos Cerveró, que tuvo que respetar escrupulosamente el aislamiento: "Dos días después estalló todo en Corea del Sur y yo venía de hacer escala en Seúl. Allí tienen oleadas de cuarentena. Estábamos solos el equipo en un hotel de 27 plantas. A día de hoy, tras varias semanas sin positivos, no hay ocio, ni discotecas, ni clubes, los restaurantes sólo dejan una persona por mesa y la otra a dos metros de distancia, no hay escuela... Empiezas a ver normalidad en cuanto a que ves tráfico, ves obras que van funcionando...".

Marcos Cerveró, con Lance Stephenson. Marcos Cerveró, con Lance Stephenson.

Marcos Cerveró, con Lance Stephenson.

"Todavía me miran la fiebre al montarnos en el autobús del equipo. Hay una cámara térmica cuando entro en el pabellón y el de seguridad vigila que no demos la temperatura indebida. Ha costado mucho trabajo controlarlo, sobre todo por lo que hay liada en otras ciudades", prosigue el preparador físico malagueño, que ve complicado aplicar en España las medidas que se toman en China: "No lo sigo tan diario, voy a salpicones. En España se recomienda, se cierra escuela y he visto a la gente que se va a la playa. Aquí no lo hacen, aquí son disciplinados, en algunas cosas no es tan bueno el sistema, para para situaciones así, sí. Si el Gobierno pide una cosa, son bastantes responsables, hay muchas medidas de control. Vas a un centro comercial y te miden la temperatura, tienes un código QR y tienen controlado que si das un positivo, pues tienen así para contactar con quién ha estado alrededor, aquí te tienen vigilado dónde estás. Y a nivel de competición, es ir y venir a entrenar y todos en el hotel. Aquí, se hace más complejos que te puedas infectar".

Todo ello, hay que recordarlo, en una ciudad en la que apenas hubo 30 casos y sin positivos durante tres semanas. En los próximos días se espera la llegada de los jugadores americanos: Lance Stephenson (el año pasado en los Lakers y anteriormente con Domas Sabonis en los Pacers) y Brandon Bass, otro ex NBA, que también tendrían que cumplir su cuarentena.

"Nuestro equipo es uno de los más seguidos en el país, siempre hay 14.000 espectadores en el pabellón y a cualquier ciudad a la que vamos hay gente. Nuestro entrenador fue internacional en la época de Yao Ming y hay varios internacionales en el equipo ahora, dos jugaron el último Mundial, y es muy seguido, en los últimos años ha ganado títulos y ha llegado lejos. Íbamos cuartos cuando estalló todo", explica Cerveró sobre la situación deportiva de su equipo: "En teoría empezamos el 15 de abril, pero puedes pasar de todo. Allí en España habrán dicho 14 días porque el cariz no se sabe, es impredecible. Lo que está sobre la mesa aquí es volver el 15 de abril, pero sólo se jugarán en dos ciudades, con 10 equipos en cada una de los 20, y a puerta cerrada. Nos quedan 16 partidos de ligar regular y los play off. Se jugarán tres/cuatro partidos por semana y se hará análisis de cómo está, que no se fían, en teoría volveremos, no sé que tan viable será volver a jugar con público".

Marcos Cerveró, durante un entenamiento. Marcos Cerveró, durante un entenamiento.

Marcos Cerveró, durante un entenamiento.

Sobre cómo ha sido el trabajo a distancia, el malagueño explica que "ellos estaban entrenando, les mandaba trabajo desde casa y desde la cuarentena. El barrio donde está el hotel es solitario, si estás muy agobiado, pero aquí son estrictos, no se andan con tonterías. No entrenamos y no salimos. Ahora ya entrenamos normal, como animales. Hubo algún equipo que se fue a Belgrado a trabajar en el parón, pero aquí se solventó bien".

"Me llamó un compañero y me comentan que están buscando y decidí cambiar", razona el malagueño sobre el cambio radical en su carrera, de México a China: "Me ofrecen la opción de venir por un año. Es una competición que a nivel organizativo es muy bestial, está subiendo muchísimo. Ahora no tenemos a ningún americano, pero Lance Stephenson y Brandon Bass son los que estaban. Le mandaba alguna cosa para trabajar, aunque ha explotado allí en EEUU el tema. Los americanos deberían de volver. McCallum y Kyle Fogg, ex jugadores del Unicaja, ya están por aquí en otros equipo. Marko Todorovic está por aquí también, Motiejunas... Entiendo que van a venir poco a poco".

"Es algo diferente a todo, por muchas cosas. Culturalmente es un salto grande. Estuve en Astana, que fue un salto grande. Es un desafío chulo, con mucha densidad competitiva y en un equipo de nivel, hay dos chinos que han jugado Mundial y dos de preselección, nivel bastante alto. Es adaptarte porque es un país donde todo funciona muy diferente, todo es todo. Mucha capacidad de adaptación. Venía de cuatro temporadas con el mismo entrenador, es un cambio más importantes. Tenía una forma de trabajar importante. Con tus momentos. Es una temporada muy larga, vine en junio, siete meses pasaron hasta que volví. Estaba por aquí Joaquín Ruiz Lorente de asistente y ahora ha venido en su lugar Alejandro Martínez, que ahora termina su cuarentena. También otro el entrenador de técnica individual, un chico inglés. Es una Liga a nivel mediático por encima de la Euroliga porque hay mucha gente buena aquí".

"El concepto de trabajo es diferente, mi entrenador escucha, pregunta y él hace lo que piensa. Sí realmente tienes que meter las cosas poco a poco. Algunas cosas son descabelladas para ellos. Es difícil cambiar un hábito, pero vamos consiguiendo, tengo que vender alguna moto", bromea Marcos Cerveró, un aventurero preparador físico malagueño que ha experimentado en sus carnes las precauciones chinas con el coronavirus. “Diría que debéis tener paciencia, que es un proceso largo y que cumpláis las órdenes que dé el Gobierno, es vital para controlarlo”, acaba.

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