Málaga

La Costa del Sol confía en que el 7 de junio el Reino Unido levante las restricciones para viajar a España

  • El mercado británico, origen del 30% de los viajeros, es clave para la recuperación del turismo

Turistas a su llegada a la estación de tren de Vialia.

Turistas a su llegada a la estación de tren de Vialia. / Marilú Báez

El sector turístico de la Costa del Sol tiene la expectativa de que el verano suponga una significativa recuperación de la actividad que, si bien quedaría aun algo lejos de la habitual en temporada alta, sí puede significar el inicio de una nueva etapa de recuperación progresiva de la normalidad. Pero esta confianza se ha visto ensombrecida en los últimos días por la decisión del Gobierno del Reino Unido de excluir a España de la lista de países seguros para viajar, lo que obligaría a los visitantes británicos a su regreso a someterse a una cuarentena de 10 días, durante los que tendrían que hacerse además dos pruebas PCR.

Estas exigencias se antojan una traba disuasoria, por más que España sea el destino vacacional preferido por los británicos y de que a partir del día 20 ya no se les vaya a exigir una prueba PCR para entrar. En el caso de la Costa del Sol en particular se trata del principal mercado extranjero de origen, el 30% de los viajeros llegados al aeropuerto de Málaga en 2019 procedía del Reino Unido.

La esperanza se centra ahora en que el Gobierno que preside Boris Johnson ponga en verde el semáforo para España el 7 de junio, cuando está previsto que revise su lista de destinos seguros. “Todo esto nos genera una gran incertidumbre, confiamos en que se cambie la decisión porque tenemos una dependencia importante del mercado británico y sin él difícilmente podrá haber recuperación”, asegura el secretario general de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Antonio Aranda.

Para que se produzca este cambio, es necesario avanzar más en la reducción de contagios de la Covid-19 y acelerar el proceso de vacunación, avisa Aranda, por lo que desde la patronal hotelera se hace un llamamiento a la responsabilidad de la Administración y de los ciudadanos para no relajar las medidas de control y prevención. Desde el lunes 17 de mayo, el Reino Unido elimina la autorización previa necesaria hasta ahora para viajar al extranjero, pero ha establecido un sistema semafórico para los destinos recomendables (color verde), poco seguros (ámbar) y descartables (rojo).

Para España, ha situado el semáforo en color ámbar, lo que implica la necesidad de cuarentena al regreso para quienes viajen y de los dos test negativos. En color ámbar están también otros destinos tradicionales de peso como Francia, Italia y Grecia. Pero en verde hay lugares que sí son competencia directa para la Costa del Sol como Portugal, Malta o Israel.

El Gobierno británico revisará esta clasificación cada tres semanas y para cambiar los colores tendrá en consideración factores como la tasa de infección, el porcentaje de población vacunada, la prevalencia de variantes del virus más contagiosas o preocupantes, y el acceso del país en cuestión a datos científicos y secuenciación genómica fiable. La postura británica ha causado un gran malestar entre las organizaciones turísticas españolas, que entienden que con los actuales indicadores de situación de la Covid-19 no hay motivos para restringir los viajes a España. Comunidades como la valenciana o Baleares aducen por ejemplo que las tasas de contagio en sus territorios están por debajo de Portugal.

Reino Unido lleva un gran progreso en la vacunación, tiene ya a más de la mitad de su población con al menos la primera dosis inyectada y a una cuarta parte con el proceso completo, lo que permite que haya ya una demanda potencial de viajes. Pero para que se concrete, es imprescindible que España sea percibida como un destino seguro. Según un estudio de la aseguradora AllClear Travel, el 44% de los encuestados afirma que visitará algún país que tenga buenas cifras de contagio.

Playa de la Venus, en Marbella. Playa de la Venus, en Marbella.

Playa de la Venus, en Marbella. / María J. Serrano

Junto al control de la pandemia, Aehcos reclama también una labor diplomática del Gobierno para trasladar los avances reales contra la enfermedad producidos en España y de “lobby para conseguir que se establezcan corredores verdes de viajes seguros entre los aeropuertos británicos y el de Málaga, que faciliten y flexibilicen los movimientos”. “Tenemos que sacar buenas notas en los exámenes de junio”, resume Aranda.

A la espera del examen del 7 de junio, la incertidumbre dificulta realizar estimaciones sobre cómo será el verano. “A día de hoy no podemos hacer previsiones”, insiste Aranda, y explica que los datos de reservas no tienen mucho valor porque al no haber gastos de cancelación, una de las medidas aplicadas durante la pandemia, no hay seguridad de que el cliente finalmente acuda al hotel. “Hay quien hace dos o tres reservas para las mismas fechas, y sobre la marcha decide”, afirma. Además, se impone la costumbre de realizar reservas a última hora.

Aehcos confía en que durante los meses de verano pueda alcanzarse un movimiento hotelero en torno al 60% de lo registrado en el año 2019, datos “no muy buenos para una temporada alta pero sí esperanzadores después de lo que hemos vivido”. Al margen del impulso que puede suponer la llegada de británicos si finalmente se pone en verde el semáforo para España, las expectativas para la recuperación están centradas sobre todo en el mercado nacional, que en verano normalmente es el que más turistas aporta a la Costa del Sol, y porque se considera que este año particularmente el viajero español preferirá no salir al exterior.

El 63% de los españoles que salgan de vacaciones lo harán a destinos nacionales, según el presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas, Carlos Pérez-Lanzac, que esgrime una encuesta según la cual el 46% de los turistas prefiere un alojamiento de este tipo porque los considera más seguro, en tanto que un 31% se inclina por los hoteles. Las viviendas turísticas estiman que con las reservas actuales podrán alcanzar un 65% de ocupación en los meses de verano, ocho puntos por encima del año pasado. Pérez-Lanzac apunta otro dato positivo más, una tendencia de recuperación de precios, después de que el año pasado cayeran en torno a un 50%.

Aunque también comparte que es “muy complicado” estimar unas previsiones, el presidente de Turismo Costa del Sol, Francisco Salado, se muestra plenamente confiado en que durante el verano se producirá una importante recuperación turística. Explica que en los primeros días de recuperación de la movilidad entre comunidades autónomas las reservas hoteleras en la provincia de Málaga alcanzaron el 30% y que ahora, apenas una semana después están ya al 50%, lo que considera un “indicador claro de las ganas que tiene la gente de viajar y venir a la Costa del Sol”, y más aun cuando se abra también el tráfico internacional. “Somos optimistas”, concluye, y se muestra convencido de que el Reino Unido abrirá el semáforo de España.

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