Málaga

Ruido en Málaga durante el verano: Las denuncias se reducen hasta casi la mitad que el año pasado

Medidor de decibelios

Medidor de decibelios / M.H. (Málaga)

Risas y gritos en terrazas, fiestas en domicilios que se alargan hasta altas horas de la madrugada o jóvenes que pasan la noche en la calles con los altavoces a tope, son algunos de los casos que perturban la tranquilidad de los malagueños que, hastiados, tienen que recurrir a la Policía e incluso tomar medidas legales. Este verano se han interpuesto más de 220 denuncias en la capital malagueña, que no es poco. Pero sí que son casi la mitad de las que la Policía Local contabilizó en las mismas fechas de 2022, que fueron un total de 417.

En este verano, entre los días 26 de junio y 4 de septiembre -sin contar las semanas de la Feria para no desvirtuar los datos-, en Málaga se tramitaron un total de 221 denuncias por ruido o molestias, 191 a particulares y 30 a establecimientos públicos.

Las denuncias relacionadas con la contaminación acústica pueden llegar a suponer una sanción administrativa cuyo importe oscila entre los 600 euros -las catalogadas como leves- y los 300.000 euros -las que se consideran muy graves-.

De los requerimientos a particulares: 71 fueron por cantar o proferir gritos en la vía pública y en zonas de concurrencia pública; 75 por incumplimientos relacionados con la realización de actividades en el interior de viviendas que impiden el descanso ajeno; 39 relacionados con un exceso de ruido en zonas públicas (hacer funcionar aparatos de radio, equipos musicales, megafonía, etc); 2 por hacer funcionar aparatos en horario nocturno; 2 por quebrantar órdenes de cese de actividad o precinto de máquinas generadoras de ruido; 1 por realizar actividades de carga y descarga entre las 22:00 y las 7:00 horas afectando a viviendas; y 1 por exceder los límites admisibles de emisión sonora.

Por otro lado, de las denuncias impuestas contra establecimientos públicos, 28 fueron por dejar transcender la música al exterior por puertas y/o ventanas, y 2 por producir molestias a los vecinos o transeúntes reiteradas y acreditadas. Además, se realizaron 8 notificaciones de decreto de cese de música.

En las mismas fechas de 2022 se tramitaron 417 denuncias, casi el doble que este año. Del total, 368 se impusieron a particulares y 49 a establecimientos públicos. Al igual que este verano, los principales motivos de estas denuncias fueron por cantar o proferir gritos en la vía pública y en zonas de concurrencia pública, por realizar actividades de ocio que generan ruidos causando molestias o producir ruidos en el interior de la vivienda o acciones perturbadoras del descanso y, en el caso de los establecimientos, por dejar trascender música al exterior a través de las puertas y/o ventanas.

A pesar de que el número de denuncias se ha reducido considerablemente, los vecinos de la capital no han notado diferencia alguna. Carlos Carrera, presidente de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga, ha asegurado que "la gente sigue sin poder dormir", hasta tal punto que, hace unos días, un vecino de la asociación le remitió un correo informándole de que vendía su casa para mudarse del Centro por el ruido. Ese vecino, explica, "lleva viviendo en el Centro media vida y, en contra de su voluntad se tiene que ir", y afirma que este caso es solo un ejemplo del "goteo continuo" que hay a lo largo del año.

Carrera sostiene que si hay más denuncias a particulares que a establecimientos públicos es porque "el Ayuntamiento considera que una cosa son las discotecas y otra bien distinta sus clientes", es decir, el ruido o las molestias que puedan ocasionar los usuarios que acuden a los establecimientos nocturnos una vez que estén fuera de ellos se tratan de "asuntos privados" y los locales "no son responsables" de ellos.

Sin embargo, el presidente denuncia que "esos clientes que entran y salen de las discotecas están indisolublemente unidos a la actividad de las mismas, no se puede decir que unos cumplen y otros no porque donde hay una discoteca va a pasar esto". Además, reclama que el Ayuntamiento afirma estar intentado solucionar esta situación pero "no ha modificado ni un minuto el horario de cierre" de los locales del Centro.

Desde la Asociación de Vecinos Centro Antiguo proponen algunas medidas que se podrían poner fin a esta situación, como "incentivar a los propietarios de estos establecimientos a que se localicen en una zona donde el impacto sea menor", por ejemplo, en los polígonos o en el Recinto Ferial, en el que "muchas de las discotecas tienen casetas y que está debidamente acondicionado y separado de zonas de viviendas".

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