El juez instructor, de oficio y conforme a lo solicitado por el fiscal asignado ha dictado el archivo de la operación de la Guardia Civil en la que detuvo a tres personas como administradores de dos empresas dedicadas al comercio internacional de azafrán que, supuestamente, vendían un producto de inferior calidad al que ofertaban. En palabras de Eduardo Barceló, que representa a los arrestados, ya en libertad y sin cargos, la investigación se inició tras una inspección que tuvo lugar en Francia. Según el letrado, un técnico tomó muestras del producto cuando estaba aún en proceso de elaboración y, por ende, el resultado no se correspondió con la calidad que se exige en el mercado. "Se hizo un análisis del material que estaba aún sin terminar y sin empaquetar", afirmó.

El caso permanece archivado por el juez desde el pasado mes de enero al considerar que ni siquiera era necesario tomarle declaración, pese a estar prevista, a los entonces investigados dada la" evidencia de la inexistencia de delito de ningún tipo".

La empresa malagueña, con sede en Torremolinos, que estaba siendo investigada, recalcó el abogado, lleva "más de 20 años trabajando, nunca ha tenido ningún problema y vende productos de muy alta calidad". Niega así la estafa alimentaria de 168.000 euros que ayer destacó la Guardia Civil a través de un comunicado.