El Pleno de la Diputación de Málaga aprobó ayer, con los votos a favor del PSOE e IU y la abstención del PP, el Presupuesto consolidado de la institución provincial para 2011, con un montante de 261,29 millones de euros, un 14,5% menos que en 2010. Tanto los socialistas como la coalición de izquierdas defendieron que se trata de unas cuentas "dignas" y "las más municipalistas" de la historia de esta Administración.

El presidente de la Diputación, Salvador Pendón, subrayó que se trata de un presupuesto "digno" pese a estar marcado por la situación general de crisis económica y, en el caso específico de 2011, por la imposibilidad de solicitar créditos conforme a las medidas de reducción del déficit público. Según Pendón, estos presupuestos, aprobados en sesión extraordinaria, atienden "todos los compromisos" de este organismo, "dejando claras sus prioridades". En este sentido, destacó la colaboración con los ayuntamientos a través del incremento del 3,25% en el Programa de Concertación de 2011 respecto a 2010 y que, a su vez, calificó como "uno de los grandes empeños de este equipo de gobierno".

Por este motivo, consideró "incoherente" que "el PP diga que hemos podido cumplir nuestro compromiso con la concertación gracias a su ayuda", ya que éste se manifestó "siempre y abiertamente en contra, aconsejando a sus alcaldes que no firmaran estos planes", aseguró. Sin embargo, al final, tuvo que "sumarse", al comprobar que los ediles populares estaban firmando este plan "por su cuenta y riesgo".

En cuanto al compromiso social, Pendón manifestó que "hemos incrementado anualmente el gasto en derechos sociales", que este año supone "algo más del 1%". Asimismo, anunció que la Diputación se encuentra "en disposición" de establecer una cantidad inicial de 2,8 millones de euros para poner en marcha el programa provincial de modernización de la red viaria.

La portavoz de IU en la Diputación, Encarnación Páez, manifestó que "no entendemos la postura del PP al no apoyar estos presupuestos y estas cuentas". Asimismo, aseguró que se trata de "unos presupuestos de crisis", que han tenido lugar tras "un recorte de 30 millones de euros en los ingresos del Estado".