El Gobierno sigue sin tener los terrenos para iniciar el acceso norte al aeropuerto de Málaga

Vista del aeropuerto de Málaga. / Javier Albiñana

Las obras de la gran de infraestructura viaria pendiente en la capital de la Costa del Sol, el acceso norte al aeropuerto, siguen sin arrancar y sin un calendario claro para que se dé ese paso definitivo. Y ello a pesar de que transcurren ya casi nueve meses desde que el Ministerio de Fomento adjudicó los trabajos a la unión temporal de empresas (UTE) integrada por Acciona Construcción y Jiménez y Carmona. Por medio de una reciente respuesta parlamentaria, fechada el pasado 20 de noviembre, el Ejecutivo central justifica esta dilación en el paso definitivo del proyecto en la falta de los suelos.

"Actualmente se encuentra en tramitación la disponibilidad de los terrenos para poder proceder al inicio de las obras", se precisa en la contestación oficial emitida a raíz de una pregunta formulada por los diputados nacionales del PP por Málaga. Más allá de lo reflejado textualmente, desde Fomento, a consultas de este periódico, confirmaron: "se está trabajando en el tema; no hay problema pero la tramitación de las expropiaciones lleva su tiempo".

La adjudicación se hizo por 26,7 millones, 15 menos que el valor de licitación inicial. Y el plazo de ejecución se situaba en 36 meses. Cabe recordar que la Demarcación de Carreteras del Estado en Andalucía Oriental inició en septiembre del año pasado el expediente de expropiación forzosa de los terrenos, afectando a 85 parcelas, 80 de ellas en la capital y cinco en Alhaurín de la Torre, dedicadas fundamentalmente a huertos y tierras de regadío, así como viales o superficies improductivas.

La carretera podrá absorber unos 14.000 vehículos

El vial proyectado supone la construcción de un tramo de vía de 1,6 kilómetros, que unirá el aeropuerto con la segunda ronda de circunvalación. La obra, además, permitirá ampliar el actual acceso desde la propia hiperronda a Alhaurín de la Torre. Los estudios sitúan en entre 10.000 y 12.000 los vehículos que a diario pasarán por esta carretera, cifra que podría alcanzar los 14.000 una vez sea ejecutado el vial distribuidor metropolitano. El nuevo trazado tendrá su origen en el enlace de Churriana de la hiperronda y finalizará en el límite del sistema general aeroportuario, entre Zapata y la cabecera norte de la pista actual. La calzada izquierda, en dirección a la hiperronda, tendrá dos carriles, mientras que la derecha, hacia el aeropuerto, tendrá tres. Se proyectan dos ramales directos de conexión: uno para facilitar la conexión directa con el aeropuerto de los vehículos procedentes de la Costa del Sol Occidental; el otro, para dar salida hacia los viales de la urbanización norte del aeródromo.

En este mismo procedimiento, la Junta de Gobierno Local dio luz verde en el mes de febrero pasado a la expropiación de de terrenos necesarios para esta intervención, con once fincas afectadas y una superficie de casi 18.000 metros cuadrados. A esto se sumaba la ocupación temporal de unos 8.600 metros cuadrados.

A la falta de suelos ahora esgrimida hay que añadir la que meses atrás se adujo, en relación al retraso en la aprobación final de los Presupuestos Generales del Estado, que no fueron validados de manera definitiva hasta finales de junio, lo que impidió disponer de "ciertos fondos para pagar a los propietarios afectados".

Las últimas informaciones oficiales aportadas sobre el proyecto corresponden a las comparecencias públicas de la diputada nacional del PP Carolina España, cuando en etapa aún de gobierno popular, vaticinó la puesta en servicio de esta conexión en el verano de 2021. Apenas un día después de que se conociese la adjudicación, España puso en valor la apuesta del Ejecutivo. Los plazos, sin embargo, se alargan a día de hoy. Porque incluso si la obra comenzase a principios de 2019, lo que no va a ocurrir, el plazo marcado llevaría el final de la carretera a a los primeros meses de 2022.

El trasvase de Iznájar carece aún de calendario

Corría el mes de septiembre de 2016, cuando el entonces delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, anunciaba que el Gobierno central, en aquel entonces con el PP al frente había sentados las bases legales para hacer posible el trasvase del pantano de Iznájar hasta la comarca de Antequera. Más de dos años después de aquel anuncio, la actuación sigue sin ver la luz y a tenor de una reciente respuesta oficial de la Administración central no parece que el asunto vaya a quedar desbloqueado en cuestión de semanas.

De manera precisa, el Gobierno, en una contestación fechada el pasado 16 de noviembre, no dibuja calendario alguno para esta intervención y señala que cualquier avance en la misma requiere con carácter previo de que la mencionada aportación quede recogida en el Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, en cuya última versión no aparece como inmediata.

Sí se recoge en el mismo la necesidad de contar con esta transferencia externa, con un volumen de 5,52 hectómetros cúbicos, "a partir del horizonte del año 2027" para solventar el abastecimiento de Antequera, Archidona, Mollina, Villanueva del Rosario, Villanueva de la Concepción y Villanueva del Trabuco, así como de Fuente de Piedra y Humilladero.

Por el contrario, el citado trasvase sí está mencionado en el horizonte de 2021 en el Plan Hidrológico del Guadalquivir. Sobre el particular, el Gobierno destaca la integración en los planes hidrológicos de las reservas de recursos excedentarios, así como los déficits en otros ámbitos, "es un paso de obligado cumplimiento para que la ley que modifique el Plan Hidrológico Nacional incorpore las medidas".

Y en cuanto a la infraestructura material precisa para poder materilzar el trasvase, demandado en los últimos años, el Gobierno señala que su ejecución compete a la Junta de Andalucía, cuantificándose la inversión en unos 47,6 millones.