Urbanismo

Inversores compran inmuebles por 60 millones atraídos por la transformación de la Alameda

  • Expertos del sector inmobiliario hablan de siete u ocho operaciones cerradas o a punto de cerrarse

  • A la venta de La Equitativa se suma ahora tres plantas del edificio ocupado por el Banco Santander

Imagen de la La Equitativa y de la Alameda Principal en obras.

Imagen de la La Equitativa y de la Alameda Principal en obras. / Javier Albiñana

La Alameda Principal es un ejemplo claro de hasta qué punto una operación de transformación urbana es capaz de multiplicar el atractivo de un eje con enorme potencial pero con un desarrollo limitado. Solo el anuncio de su semipeatonalozación, ahora en ejecución, ha traído consigo un incremento en el número de grupos de inversión y operadores que han puesto su objetivo en esta zona céntrica de la ciudad.

De hecho, en los últimos años, según varias fuentes del sector consultadas, se ha cerrado o está en proceso de acuerdo la compra-venta de siete u ocho edificios y locales, transacciones que vienen a sumar del orden de los 60 millones de euros. La última reseña la acaba de protagonizar la Mutualidad de la Abogacía al hacerse con la propiedad del edificio ocupado por el Banco Santander. El número 12 de la Alameda, esquina con Puerta del Mar. La adquisición afecta a sus tres primeras plantas.

Antes, un inversor madrileño, explicaron fuentes consultadas, se hizo con un bloque situado en la acera sur de la Alameda, que se había quedado La Caixa en propiedad. El montante de esa adquisición rondó los ocho millones. Del conjunto, la planta baja, con una superficie de 427 metros cuadrados, está en fase de comercialización por parte de la consultora Savills Aguirre Newman. El precio de referencia, según las fuentes puede rondar los 30 o 35 euros el metro cuadrado. La parte superior del edificio se destina a apartamentos turísticos.

El mismo comprador se hizo también con el local que estuvo ocupado por la cadena de comida rápida Pizza Hut. Otro de los inmuebles que han cambiado de manos en este intervalo de tiempo está situado en el lateral sur, casi en el cruce con la calle Córdoba.

Pero si hay un protagonista indiscutible en esta explosión inmobiliaria de la Alameda ese es el edificio de La Equitativa. Parte del inmueble (el 60% de la superficie global, correspondiente a la parte más baja) fue comprado por un fondo de inversión con sede en Miami hace ahora justo un año. Su propósito era el de destinar esa parte de la construcción a hotel de 5 estrellas. Y los planes, por el momento, van adelante, aunque más despacio de lo esperado. 

El propietario mayoritario de la otra parte de La Equitativa, correspondiente a la torre, también ha activado recientemente la iniciativa al solicitar la licencia de obras para su adecuación para uso residencial.

Imagen del lateral norte y del tajo del Metro. Imagen del lateral norte y del tajo del Metro.

Imagen del lateral norte y del tajo del Metro. / S. Sánchez

Muchas de las firmas que han desembarcado en los últimos meses actúan con previsión, tratando de anticiparse a los más que probables incrementos de precio una vez quede concluida la intervención de reurbanización y que podrían incluso alcanzar los 70 u 80 euros el metro cuadrado de alquiler.

El desarrollo de las obras no permite anticipar la culminación de las dos fases en manos del Ayuntamiento hasta finales del próximo marzo. Esta parte se corresponde con el eje central, el único que se va a mantener abierto al tráfico rodado (con cinco carriles, aunque solo dos para vehículos privados en sentido Este-Oeste), y el lateral sur, en proceso de construcción desde hace apenas un par de semanas. Este último ala es justamente el más ambicioso de todos, ya que una vez remozado permitirá disponer de una acera de más de 20 metros de ancho.

La intervención ideada por la Gerencia de Urbanismo, aprovechando la futura llegada del Metro a la zona (se prevé que a finales de 2020) va a modificar por completo la actual estampa, generando del orden de 23.000 metros cuadrados de espacio ciudadano. Para tomar conciencia de la envergadura de la actuación, sirva de referencia que este parámetro es cinco veces la calle Larios.

Despejado el camino de estos dos escenarios, sigue manteniéndose el interrogante sobre el ala norte, cuyo cierre fue asumido por la Junta de Andalucía. No obstante, la necesidad de reajustar económicamente el presupuesto, ya que además del espacio afectado por el tajo del suburbano habría que extender la nueva alfombra desde Puerta del Mar a Larios, ha provocado dudas en la Administración autonómica, que sigue analizando la cuestión desde el punto de vista económico, jurídico y contractual.

El paso adelante dado por el Ayuntamiento en el que fuera gran salón de la ciudad va a permitir devolver a la Alameda la imagen que perdió. Y ello no solo repercutirá en la generación de un espacio amable para el peatón, sino también en la revalorización de sus edificios.

Meses atrás este periódico consultó a algunos expertos en la materia que avalaban esta tesis. José Félix Pérez-Peña, director de Savills Aguirre Newman en la zona de Málaga y Andalucía, afirmaba: "Es una oportunidad porque todo el mundo cree que en el momento en que se reurbanice será más cara". Incluso, apuntó a la existencia de propietarios que optan por "esperar" o por "alquilar a corto plazo para poder, cuando la Alameda ya esté semipeatonalizada, elevar los precios, o cuando esté a su máximo esplendor encontrar un mejor operador, en mejores condiciones económicas". Joaquín Morales, director ejecutivo del grupo Kinos, también destacaba el “gran interés” que generaba la zona, aludiendo al cierre "de operaciones de varios locales en la Alameda y edificios en el Soho".

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