Elegir bien las especies a plantar en una ciudad es una de las claves del éxito. Para el profesor de Botánica Enrique Salvo Sierra hay una lista de especies que por su capacidad de adaptación al medio, su fortaleza o también, además, por su belleza y vistosidad, son ideales para ser plantadas en el entorno urbano malagueño. De hecho, algunas ya están o han estado presentes en las calles y plazas de la ciudad. 

La lista de especies arbóreas a tener en cuenta es la siguiente: álamo o chopo, por ser de hoja caduca, ya que en verano da sombra, en invierno deja pasar el sol y las hojas crean buen nitrato en el suelo; el algarrobo absorbe gran cantidad de CO2 y da mucha sombra; con el almez se repobló el Parque de Málaga; el árbol de judas puede tener hasta tres floraciones al año; el arce disminuye la temperatura y el ruido; la catalapa, de flor muy grande y generadora de mucha sombra también; el durillo, de los preferidos de las abejas; en el interior del falso pimentero puede hacer hasta 15 grados menos.

La jacarandá es de un llamativo color lila; el laurel, de hoja amplia y olorosa, el  madroño es muy resistente y el magnolio, de vistosas flores blancas; la tuya tiene propiedades fitocidas, el mirto, tiene las mismas necesidades de confort que el ser humano; la morera da calidad al suelo; el olivo tiene una gran capacidad de adaptación; el olmo, gran fortaleza; el ginkgo biloba resistió a la bomba atómica; el plátano de paseo  es un aliado de la sombra y el frescor. Por último, el tilo, que ya tuvo mucha presencia en Málaga.