Málaga se manifiesta para sacarle "tarjeta roja" a Rubiales y al machismo

"Nos roban besos y nuestras victorias", "Todas conocemos a algún Rubiales", "Contigo Jenni". Estos son solo algunos de los mensajes que se podían leer en las diferentes pancartas que llevaban los manifestantes en la concentración organizada este viernes por el Sindicato de Estudiantes.

Un centenar de personas acudió a la Plaza de la Constitución para pedir la dimisión del presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, que actualmente se encuentra suspendido por la FIFA, aunque de manera temporal, tras la polémica del beso a Jenni Hermoso, la jugadora de la selección española de fútbol. Allí se encontraba también Toni Morillas, la portavoz de Con Málaga.

En la lectura del manifiesto, el sindicato aseguró que en las últimas semanas "hemos tenido que soportar el vomitivo espectáculo de la asamblea de la Federación de Fútbol y el discurso del agresor Rubiales escupiendo bilis y odio contra la víctima y contra el movimiento feminista".

Sostuvieron que lo que le ha sucedido a Jenni Hermoso les pasa todos los días a la gran mayoría de las mujeres en el trabajo, en el ocio, en las relaciones sociales o en la familia. Aunque señalaron que quieren justicia para Jenni, también la buscan para el resto de las mujeres: "Por nuestros derechos, porque queremos salir a la calle sin miedo, porque estamos hartas de tener que demostrar si hemos cerrado o no las piernas".

Aseguraron que este caso ha puesto al descubierto "la charca de abusos contra la mujer que es el deporte profesional" y que si esta agresión no ha pasado desapercibida es porque "el movimiento feminista no lo ha permitido" y porque "millones de mujeres hemos dicho se acabó".

Además, afirmaron que el caso Rubiales señala a todos "los seleccionadores de fútbol, a los presidentes de los clubes, a los empresarios, a los periodistas de las cloacas... que comparten la misma ideología que Vox y que el Partido Popular".

También han cargado contra el PSOE, al que reprocharon haber "unido sus votos" a los del PP para reformar la Ley del "solo sí es sí", y así "eliminar el consentimiento como factor fundamental para demostrar una agresión sexual". Acusaron al partido socialista de haberse "arrodillado ante los Rubiales con toga que se dedicaron a liberar injustificadamente a decenas de violadores para seguir atacándonos".