A raíz de la pandemia, las tendencias en educación se han acelerado exponencialmente. Miles de centros han impulsado nuevas formas de enseñanza que escapan de los esquemas tradicionales. El Colegio Sierra Blanca-El Romeral, ubicado en el distrito Teatinos-Universidad de la capital malagueña, es uno de los que ha decidido apostar por modelos más innovadores para la formación de los más pequeños.

Con este objetivo, alumnos del centro aprenden sobre marketing y solidaridad en un proyecto llamado 15 razones por. Los estudiantes ayudan a un total de quince ONG con el área comercial y la publicidad, mientras que mentores de las organizaciones sin ánimo de lucro, a cambio, asisten al colegio para impartir charlas y que los niños puedan reflexionar sobre ellas.

Cartel del proyecto.

Esta iniciativa forma parte del proyecto final de una asignatura dirigida para los alumnos de último curso del PET. Alejandro Madonado, el profesor que imparte esta materia, aclara que el PET es el Programa de Esuela Primaria, primer nivel de los colegios que se enmarcan en el Bachillerato Internacional (IB) y acoge a alumnos de edades comprendidas entre los tres y los doces años -se corresponde con Infantil y Primaria-. “El broche de oro de este ciclo es la propuesta de un tema por parte de los niños, a la que le sigue un trabajo de investigación y una defensa”, apunta Maldonado. Y es que indagar es el eje central sobre el que giral el IB, “que ellos descubran por sí mismos y de la experiencia que les aporte”, manifiesta.

En la exposición final de los proyectos, que tendrán lugar el 26 de abril, cada grupo -compuesto por cuatro niños- tendrá un stand en el colegio, donde habrá cartelería y un código QR que dirigirá a una página web con todo el material visual que han ido recopilando de la ONG durante el curso. "Todo el que se quiera acercar podrá observar el empeño y dedicación que estos alumnos han puesto en sus planes de marketing, ya que esta iniciativa se ha abierto más allá de la comunidad educativa, se ha abierto a la ciudad”, señala el profesor.

La idea de solicitar el Bachillerato Internacional nace de la necesidad de“dar un paso más y que los alumnos no solo adquieran los conocimientos básicos. La vida va más allá”, reflexiona Maldonado. Explica que este programa enseña a que los escolares sean más autónomos y sepan desenvolverse en diferentes situaciones. Además, se les piden una serie de “atributos” como la solidaridad o la integridad, entre otros.

Sorprendido y orgulloso de la actitud de sus alumnos, Alejandro Maldonado asegura que “si les dices que muevan una montaña se las ingenian para hacerlo y ponen todo sus tesón, ganas e ilusión”.

Por su parte, José María Martín, el padre de Santiago, uno de los niños implicado en este proyecto afirma que su hijo está “muy animado y contento” porque le genera mucha satisfacción sentir que está ayudando. 

Partidario del IB, confiesa que con este sistema los alumnos “desarrollan más habilidades”, aunque sin dejar atrás los conocimientos.

Santiago, que está colaborando con la Fundación Olivares, cuenta que su grupo está vendiendo calendarios y pulseras en otras clases para recaudar fondos, lo que le está “gustando mucho” y “ayudando a ser más solidario”, manifiesta.

RedMadre, Womet, Altamar, Biberódromo, Andrés Oliveras, Avoi, Fundación El Pimpi, Fundación Málaga CF, Fundación Héroes, Nena Paine, Ytaka, Bisturí Solidario de César Ramírez, San Juan de Dios, Más Vida Torremolinos y Dosta son las quince ONG que participan.