Unos 20.000 pacientes malagueños podrían verse afectados por la decisión del Gobierno central de cobrar por 43 medicamentos que se dispensan en las farmacias hospitalarias a enfermos de esclerosis múltiple, artritis reumatoide o cáncer de riñón, entre otros, según indicaron ayer el secretario general del PSOE de Málaga y diputado nacional, Miguel Ángel Heredia, y la presidenta del partido y portavoz socialista en el Ayuntamiento, María Gámez.

Ambos dirigentes se reunieron ayer con representantes de la Asociación de Esclerosis Múltiple, Asociación para la Lucha contra las Enfermedades Renales, Asociación de Afectados Polio y Postpolio y Asociación de Pacientes Anticoagulados y Coronarios. Según Heredia, la medida "obliga a los pacientes no ingresados a pagar el 10% del precio de la medicación que recojan en la farmacia del hospital", con un tope de 4,20 euros por medicamento.

"Hablamos de medicamentos que además de tratar la enfermedad permiten mejorar los síntomas de la misma y la calidad de vida de los pacientes afectados", aseguró. El copago aprobado por el Gobierno es de obligado cumplimiento para las autonomías, recordó el diputado socialista; sin embargo, recalcó que la Junta de Andalucía "ya ha anunciado que no lo aplicará".

Al tiempo, acusó al Ejecutivo central de "querer hacer negocio con los enfermos" y añadió que ya retiró del Sistema Nacional de Salud algo más de 400 medicamentos. "Más de 115 de esos medicamentos han subido un 25% y otros 68 han incrementado más de un 50% su precio", dijo. Y añadido: "nuestros pensionistas, más de 240.000 en la provincia, están pagando el copago farmacéutico y ahora el copago hospitalario".