“Apasionada, vertiginosa y con resultados más favorables” en materia de seguridad respecto al ejercicio pasado. Así definió ayer el comisario provincial del Cuerpo Nacional de Policía en Málaga, Francisco López Canedo, la Semana Santa de este año, en la que, pese a esa “disminución generalizada de las infracciones penales”, los investigadores han detectado un repunte de las estafas con tarjetas de crédito y una subida, aunque también ligera, un 2,8%, del tráfico de drogas.

Los delitos, en su mayoría de lesiones, han experimentado una caída del 24%, hasta situarse en un total de 1.123. Hubo, además, 144 detenidos, lo que también supuso un descenso de en torno al 25% con relación a la misma semana de 2017. De los arrestos que se practicaron seis tuvieron que ver con robos con violencia, caso del que se registró en una entidad bancaria situada en la barriada malagueña de La Luz, donde el atracador, un hombre con antecedentes y que disfrutaba de un permiso penitenciario, llegó a disparar e hirió levemente a un cliente y a dos empleados de la sucursal. Se denunciaron además cinco robos con fuerza y siete hurtos.

Durante la Semana Santa, los agentes tuvieron que intervenir también en 27 casos de malos tratos, otro de los hechos delictivos que, en palabras del subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, han bajado en esta edición.