Senderos de agua,rutas para el verano

Caminar junto a las frías y cristalinas aguas de los arroyos de Gil-Cobos y Frío y de los ríos Borosa y Valdetrillo se presenta como una alternativa a la costa para soportar las altas temperaturas del verano

Senderos de agua,rutas para el verano
Senderos de agua,rutas para el verano

A la hora de elegir una ruta son muchos los factores que inciden en esa decisión. El calor del verano es uno de ellos. En las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, en la provincia de Jaén, los senderos de agua se convierten en una alternativa a la costa para soportar las altas temperaturas. El arroyo de Gil-Cobos, también llamado Aguascebas de las Cuevas del Agua por encontrarse cerca de una cueva con dicho nombre, es el cauce más importante de la sierra de Las Villas. El sendero es breve, apenas 1.500 metros de recorrido por el que pasear junto a las cristalinas aguas del arroyo, con agradables sorpresas en forma de cascadas y vistosa vegetación, además del escarpado barranco conocido como Cerrada de San Ginés. El recorrido comienza en el área recreativa del mismo nombre del sendero, al que se puede acceder en coche.

Si, en cambio, desde Cazorla toma la A-319 hasta llegar a la localidad de Arroyo Frío, en el municipio de La Iruela, el itinerario le permite caminar junto al nacimiento del río Guadalquivir, percibiendo el frescor de sus aguas y el sonido de las aves que se cobijan bajo la espesa vegetación de la ribera. Tras cruzar el río por un puente que comunica este pequeño enclave urbano con la ruta, sus pasos le llevarán hasta un mirador que le explicará la abundante y variedad de vegetación presente en la zona, que gracias al aporte de las aguas del río convierten este paraje en un vergel. Al final de la ruta se encontrará con la Cerrada del Utrero, en la que el Guadalquivir ha escavado un profundo cañón.

Otra alternativa es tomar la misma carretera hasta llegar a la Torre del Vinagre. El río Borosa será el gran protagonista durante todo este trazado, adentrándose la senda en la Cerrada de Elías, donde será necesario caminar sobre plataformas que se elevan por encima del agua. El río Borosa es otro afluente del río Guadalquivir, de frías y cristalinas aguas, desde donde contemplar el Charco de la Cuna, una poza con aguas color turquesa donde nadan libremente ejemplares de trucha común y barbo gitano. Una planta carnívora, una lagartija endémica, multitud de aves y fuentes en las que podrán refrescarse a lo largo del camino serán algunos de los ingredientes de esta ruta. Es de los senderos más largos, aunque no superan los 7,5 kilómetros. La duración estimada para su recorrido es de tres horas.

Por su parte, el sendero de Valdetrillo ofrece la oportunidad de pasear junto a las cristalinas aguas de los arroyos Valdecuevas y Valdetrillo, ejemplos de cursos altos de los ríos, donde la energía del agua es muy alta y existen numerosos afloramientos rocosos, limitando la presencia de la vegetación de ribera. Rodeado de grandes sauces y extensos y verdes pinares, además, este recorrido permite la posibilidad de disfrutar de vistas panorámicas desde donde contemplaremos singulares formaciones geológicas como el estrecho de los Perales, paraje con fuertes escarpes. Esta singular garganta destaca por la estética de sus curiosas formaciones rocosas. Al fondo, el arroyo de Valdetrillo se rompe en alegres rápidos que ponen una nota sonora. En este paraje es fácil observar como trepan por paredes verticales los ágiles muflones, las cabras montesas e incluso deleitarnos con el majestuoso vuelo del águila real. Al pie del camino encontraremos la Fuente del Mosco, la única surgencia de agua de la ruta, en donde podremos refrescarnos. Para cada una de estas rutas se recomienda llevar agua potable y vestimenta y calzado adecuados, además de protección solar para el verano.

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