La Sección Primera de la Audiencia de Málaga ha decidido aplazar el final del juicio contra cinco acusados por su presunta relación con la desaparición durante cuatro días de una joven en enero de 2013, tras conocerse que la víctima, de 24 años y que sufre un retraso mental, está en paradero desconocido. Así, la Policía está ya haciendo gestiones al respecto y se esperará a fijar fecha para terminar la vista oral a que se tenga alguna información.

El juicio comenzó ayer y se ha aplazado también porque faltaban otros testigos. Se juzga a cinco de los seis acusados, uno está en rebeldía, en relación con la desaparición de la joven que tuvo lugar el 11 de enero de 2013, cuando la chica estuvo varios días en paradero desconocido. Se inició su búsqueda y fue localizada en un edificio en ruinas, tras lo que se arrestó a varias personas por supuestamente haberla retenido contra su voluntad.

Los acusados han mantenido su inocencia y han negado las acusaciones, sosteniendo que encontraron a la chica días después de que desapareciera, por lo que no estuvo con ellos desde el principio; indicando que la joven les dijo que no tenía donde dormir y que les dio otro nombre diferente. Además, han asegurado que cuando supieron que la familia la estaba buscando, fueron a avisar de que estaba con ellos.

La Fiscalía acusa a los cinco procesados -cuatro hombres y una mujer- de un delito de detención ilegal, por el que pide que se imponga a cada uno cinco años de prisión. A uno de los hombres se le acusa, además, de tres delitos de agresión sexual, por los que se pide una pena total de 39 años de cárcel; y de otro de robo con violencia, por el que se solicita otros tres años de prisión. Como indemnización, se pide que éste pague 30.000 euros.

Las conclusiones provisionales del fiscal indican que la chica estaba en un parque y el principal acusado la cogió del brazo fuertemente, la zarandeó y la trasladó hasta un inmueble, que estaba donde la encerró en una vivienda en la que convivía con otros dos acusados; mientras que en la casa de al lado, vivían los otros tres acusados. Allí estuvo cuatro días.

Según la acusación pública, durante ese tiempo, los procesados "no sólo no hicieron nada" para remediar la situación en la que estaba la joven sino que "colaboraron a que se mantuviera con amenazas y agresiones cuando intentaba escapar". Asimismo, sostiene en su escrito inicial que durante ese tiempo el principal acusado abusó sexualmente de ella y, además, se apoderó de un tirón de una pulsera que llevaba la chica. Los procesados niegan todos los hechos.

En la sesión de ayer declararon varios peritos forenses y testigos, entre ellos uno que vivía también como ocupa en otra casa de la misma planta que los acusados, quien ha asegurado que vio cómo no la dejaban salir y agrediéndola físicamente a la joven, aunque, según las defensas, los informes forenses revelan que la víctima no tenía signos de violencia ni sexuales ni físicos. Este joven ha reconocido tener problemas de convivencia con el principal acusado.