Una de las claves para saber qué ocurrirá con el capital de Deoleo, la mayor envasadora del mundo de aceite con marcas como Carbonell y Koipe y en la que Unicaja y la cooperativa malagueña Dcoop poseen en torno a un 10% del accionariado cada una, es el precio que han ofrecido los distintos fondos de inversión y capital riesgo que se han interesado por adquirirla. El plazo para la presentación de ofertas concluyó en la noche del miércoles y, según comunicó ayer la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), "el precio de todas las ofertas finales recibidas hasta la fecha está por debajo del precio de cotización al cierre de ayer". Eso quiere decir que han ofrecido menos de 0,42 euros por acción y que, por tanto, ninguno se ha lanzado de lleno ya que la deuda de Deoleo roza los 500 millones de euros. No obstante, aunque, en principio, lo que se pone a la venta es el 31% de las acciones que estaban en manos de las entidades financieras Bankia, Caixabank, Kutxabank y BMN, las ofertas que se han hecho son por una participación de hasta el 100% del capital social.

Eso supondría tener el control total de la compañía siempre y cuando el resto de socios, incluyendo a Unicaja y Dcoop, quisieran vender también su parte. Por ahora, no parece que ninguna de las dos entidades malagueñas tenga interés pero, como comentó el director general de DCoop a este diario, Antonio Luque, "las espadas están en todo lo alto".

La resolución no va a ser cosa de un día. Deoleo contrató en noviembre a la consultora internacional JP Morgan Limited para organizar la venta de ese paquete accionarial procedente de los cuatro bancos mencionados. Una vez finalizado el plazo de presentación de ofertas y recibidas las mismas, los técnicos de JP Morgan harán una selección y serán los accionistas los que tendrán que analizar con lupa cada oferta y ver si les interesa o no vender y en qué condiciones.

La malagueña Dcoop tiene ahora tantas opciones de dejar la compañía como de adquirir un mayor protagonismo en ella. Luque precisó que si hay entendimiento y se alcanza un acuerdo con el posible comprador seguirán y, si no, podrían deshacerse de sus acciones e iniciar otros proyectos.

Al margen de las ofertas presentadas -entre las que se encuentra una del Fondo Strategico Italiano (FSI), respaldado por el Estado italiano, y que cuenta además con el apoyo de Qatar Holding-, hay interés por saber qué prevé hacer el Gobierno español y la propia Junta de Andalucía ante la posibilidad de que la mayor envasadora de aceite del mundo, de capital español, pueda pasar a manos extranjeras.

El ministro de Agricultura, Alimentación y Pesca, Miguel Arias Cañete, participó ayer en Alicante en una mesa redonda y los periodistas le preguntaron por este particular. El ministro abogó por un proyecto "sólido" y "de futuro" para Deoleo, que no sea especulativo a corto plazo, y por que la firma "siga en España establecida, que tenga su sede y su domicilio social aquí". Según informa Efe, Arias Cañete indicó que "al olivar español le interesa que venga a dirigir esta empresa alguien que no la quiera fraccionar y que no quiera vender sus activos por partes para tener un beneficio rápido; alguien que la mantenga íntegra, que apueste por la exportación, por los mercados emergentes y que tenga una plan sólido para refinanciarla". Quedaba la duda de saber si el estado español se plantearía entrar en el accionariado y el ministro afirmó que "eventualmente, en futuras ampliaciones de capital, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) puede entrar" en la compañía, "pero ahora estamos analizando la seriedad de los proyectos" presentados.

Por su parte, la consejera andaluza de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Elena Víboras, precisó que la Junta está en "contacto directo" con el Ministerio porque "nuestro objetivo es que se mantenga aquí".