Urbanismo

Urbanismo impulsa la obra para completar la reurbanización del entorno del mercado de Atarazanas

  • Afecta a las calles Moreno Carbonero y Guillén de Castro, que pasarán a tener prioridad peatonal 

  • El valor inicial ronda los 305.279 euros (sin IVA), con cuatro meses de plazo

Vista de la calle Guillén de Castro, junto al mercado de Atarazanas.

Vista de la calle Guillén de Castro, junto al mercado de Atarazanas. / Javier Albiñana

Casi cuatro años después de que el Ayuntamiento de Málaga impulsase el procedimiento mediante el que pretendía reurbanizar todo el entorno del mercado de Atarazanas, la Gerencia de Urbanismo afronta la culminación de la operación en su totalidad. Y lo hace abriendo la licitación para la renovación urbana de las calles Moreno Carbonero y Guillén de Castro, dos vías sobre las que quedó pendiente actuar al agotarse el presupuesto del que se disponía.

El proyecto original permitió solo intervenir sobre Olózaga, Sebastián Souvirón y Sagasta, tendiendo que aplazarse el resto de la actuación debido a los imprevistos surgidos en las obras, con especial incidencia en materia arqueológica. El valor de adjudicación de aquellos trabajos fue de 666.005 euros. Desde la adjudicación, en agosto de 2015, hasta la recepción de la obra transcurrieron 17 meses.

El paso que ahora da la Gerencia de Urbanismo tiene el objetivo de renovar las redes de abastecimiento y saneamiento localizadas en el subsuelo, así como el resto de servicios, al tiempo que se aprovechará para extender un pavimento semejante al del entorno más directo. De acuerdo con la información recogida en el pliego de condiciones que rige el concurso, el valor estimado es de 305.279 euros (sin IVA), con un plazo de ejecución de cuatro meses. Las empresas disponen hasta el 25 de abril para presentar sus propuestas. Con todo, no parece que la obra esté acabada hasta finales de año.

Los propios técnicos responsables del proyecto advierten de la particularidad del escenario de actuación con "una gran relevancia desde el punto de vista arqueológico". Las zanjas abiertas en la zona, que coincidieron en el tiempo con las actuaciones en la Alameda Principal, provocaron las críticas de los comerciantes, dada la afección sobre el tránsito peatonal.

La zona, una vez ejecutada la obra, quedará configurada como "un ámbito con prioridad peatonal (aplicable incluso a las calles que actualmente están abiertas al tráfico rodado) con accesos restringidos a vehículos autorizados respetando las necesidades de carga y descarga y estacionamientos de motos".

Las "peculiaridades" de la zona de actuación, afectada por acontecimientos culturales como Semana Santa, la Feria de Agosto, condicionan de manera clara la ejecución de los trabajos. En este sentido, se destaca la intensa carga mercantil y comercial, actividad que debe quedar garantizada durante los trabajos. Por ello, la empresa adjudicataria tendrá que mantener siembre disponible para los peatones al menos el 50% de la vía.

Se plantean "jornadas intensivas, incluyendo de manera excepcional, algún turno de trabajo nocturno y siempre en jornadas festivas". "Esta condición de trabajo continuo e intensivo a lo largo de, al menos, 16 horas cada jornada y siete días por semana, se considera esencial para la eficacia del fin propuesto", destaca el pliego.

En este sentido, añade: "la obra se organizará en dos turnos de trabajo que actuarán durante siete días por semana; será obligación del contratista la determinación de los turnos precisos para dar cumplimiento a la normativa vigente y garantizar que todo el personal pueda disfrutar de dos días de asueto consecutivos cada semana sin que ello afecte al ritmo de los trabajos y a su continuidad total y sin excepciones a lo largo del tiempo".

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