Municipal

La jefa de servicio de Vía Pública admite "muchísimos excesos" en las terrazas del Centro de Málaga

  • "A veces estamos colapsados porque el problema es grande", afirma, y pide tiempo a los vecinos

  • Eleva a 200 las órdenes de retirada de ocupaciones desde el pasado mes de enero

Último diseño de la nueva calle Carretería, que ahora quiere volver a variarse.

Último diseño de la nueva calle Carretería, que ahora quiere volver a variarse.

No hay mejor testimonio para medir la verdadera dimensión de un problema que el de aquellos a los que corresponde dar solución al problema. Una aseveración que se puso de manifiesto cuando ayer, en el marco de un encuentro con colectivos vecinales y sociales del Centro para discutir sobre el proyecto de reurbanización del eje Carretería-Álamos, se escuchó el lamento de la jefa de servicio de Vía Pública del Ayuntamiento de Málaga al hablar de las terrazas y la ocupación de las aceras.

"A veces estamos colapsados porque el problema es grande", dijo la funcionaria, para confirmar la impresión de muchos de los residentes del casco antiguo: "vas andando por la calle y te das cuenta de que hay muchísimos excesos". La confesión de representante del área de Comercio, María Dolores Rico, lejos de encontrar la compresión entre las varias decenas de asistentes, fue recibida con no poco sobresalto.

Ante la reacción crítica, trató de exponer la realidad en la que se encuentra el departamento. "La dificultad que teníamos es que no había una línea específica para ser más contundentes", afirmó, al tiempo que especificó que sólo se dispone de un inspector en el Centro. Bien es cierto que a esta labor directa se suma la de los agentes de la Policía Local, que, según expuso, "han recibido desde enero 200 ordenes de retirada". "No tengo más gente", insistió, añadiendo: "Es lo que hay".

Ante la insistencia de algunos vecinos en relación con la necesidad de actuar ante las ocupaciones irregulares de los espacios peatonales, la jefa de servicio vino a confirmar la necesidad de que haya "más medidas y medidas como la suspensión de las terrazas, pero dadnos un poco de tiempo". "Me podéis ayudar; tengo una planificación de trabajo que creo que en poco tiempo dará frutos", reclamó a los residentes.

La jefa de servicio vino a defender que haya “más medidas y medidas como la suspensión de las terrazas”

La presencia de la responsable de Comercio se produjo ante la demanda realizada por los colectivos vecinales en reuniones anteriores, en las que pusieron de manifiesto su preocupación sobre la posibilidad de que los nuevos espacios peatonales que se ganen con la operación Carretería-Álamos o la reurbanización parcial de Trinidad Grund (proyectos que cuentan con financiación europea) de pie a la proliferación de nuevas terrazas.

Ayer consiguieron el propósito de que la Junta de Gobierno Local validará el acuerdo mediante el que sólo se mantendrán las autorizaciones de ocupación ya existentes, dos en el caso de Carretería-Álamos y cuatro en Trinidad Grund. No obstante, quedó de manifiesto que el acuerdo que ahora pueda adoptar el órgano ejecutivo municipal podría ser variado por el que surja de las elecciones municipales del 26 de mayo próximo. Así lo admitió el responsable del Programa de Recursos Europeos municipal, Pedro Marín. "La Junta de Gobierno Local actual se ha comprometido en las condiciones que he comentado; otra futura podría decidir otra cuestión", expuso.

Los técnicos apuesta por restringir el tráfico de paso en Carretería, lo que bajaría la intensidad diaria de 5.743 a 1.450 vehículos.

El otro asunto de crispación fue la decisión del equipo redactor recupera la idea de que la calzada y las aceras vayan al mismo nivel, lo que provocó el rechazo de varias asociaciones, así como de parte de los presentes. Queda ahora la duda sobre el camino que finalmente adoptará el equipo redactor. Ante este cambio, que algunos vecinos relacionan con las exigencias de paso de las cofradías de Semana Santa, una vecina, Amanda Romero, advirtió de que con una calle a nivel único ocurra "lo que ya pasa en el entorno de la Catedral, de Molina Lario, donde hay camiones uno detrás de otro; hay que ir sorteando como peatón".

Los técnicos apuestan por restringir el paso de vehículos al inicio de Carretería, para lo que se dispondría una cámara de control. De acuerdo con los datos aportados por la directora del área de Movilidad, Isabel Gámez, esa acción permitiría reducir la intensidad media diaria de 5.743 vehículos a unos 1.450. O lo que es lo mismo, supondría un descenso dl 74%. Y ello al impedir el tránsito del tráfico de paso.

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