Málaga

La academia Malaca Instituto: Medio siglo divulgando el español en Málaga

  • La academia situada en el Cerrado de Calderón se consolida como un centro malagueño de referencia en la enseñanza de castellano a extranjero

En Malaca Instituto llevan 51 años apostando por la enseñanza de español a extranjeros

En Malaca Instituto llevan 51 años apostando por la enseñanza de español a extranjeros / Javier Albiñana (Málaga)

Entre la arboleda del Cerrado de Calderón y rodeado por una fachada imponente con aspecto señorial se encuentra el Malaca Instituto. Un centro en el que llevan apostando por la enseñanza de español a extranjeros desde 1971. Este, que ofrece posibilidades más allá del lenguaje, se consolida como el mayor centro de idiomas de la zona este de Málaga. Hola, Adiós, Buenas tardes o ¿Cómo estás? son algunos de los ingredientes básicos con los que trabajan en este centro desde hace más de 50 años. En 2016, fue galardonada como la mejor escuela de español del mundo.

Jenny y Junio son un matrimonio coreano que a través de la experiencia en la academia se han enamorado de Málaga. Decidieron venir a la ciudad para tomarse unos meses de descanso de su trabajo. Ya llevan un año en la ciudad y no tienen intención de volver por ahora. “Vivimos en Limonar. Son diez minutos hasta academia”, explica Jenny, lo que refleja el alto nivel de conocimiento de castellano que ha adquirido. “Empecé con A, B, C, D” relataba la mujer, ya que nunca había usado el abecedario español.

Ha sonado el timbre de las 10:00 que indica la hora del descanso. Iulia está en la cafetería desayunando antes de volver a clase. Ella es una conocida periodista de la televisión de Ucrania, pero ha tenido que salir de su país tras la invasión. Lleva tres semanas en Málaga con sus hijos y ya puede mantener una conversación básica en español.

Iulia reside en la misma academia. Esta dispone de 90 habitaciones acondicionadas para los estudiantes. “Es un pequeño campus”, explicaba Inmaculada Molina, jefa de estudios del centro. Este cuenta con alojamientos individuales, para dos personas o para tres. Algunos tienen cocina, pero también se da la posibilidad de contratar el servicio de media pensión o de pensión completa. La residencia también llevan 51 años funcionando y se consolida como la infraestructura de este tipo más grande de la zona. Además cuenta con piscina, jardín, cafetería y comedor.

Habitación de la residencia de Instituto Malaca. Habitación de la residencia de Instituto Malaca.

Habitación de la residencia de Instituto Malaca. / Javier Albiñana (Málaga)

El método educativo de Malaca está adaptado a las necesidades de este: un público heterogéneo, con objetivos diferentes y con tiempos de estancia variables. De esta manera, las lecciones están preparadas de forma semanal. “Hay un libro para cada semana y todos los viernes se hace un mini test de conocimiento para ir superando los módulos. Dependiendo del tiempo que pasen aquí irán avanzando más o menos”, según explica Molina. Los extranjeros deben estar mínimo una semana.

Una vez que consigan un nivel completo (A1, A2, B1, B2…) obtienen un diploma interno. Sin embargo, al ser una academia reconocida por el Instituto Cervantes, este diploma adquiere validez en varios organismo. A su vez, Malaca Instituto también es un centro examinador para los exámenes oficiales.

Los grupos se dividen por niveles de conocimiento del lenguaje y desde la academia trata de aglutinar, en la medida de lo posible, a las personas de la misma edad. Así en el aula mirador un total de 8 adultos de más de 50 años aprendían expresiones como “estar flojo”. “Este tipo de grupo lo hemos tenido siempre, suelen ser jubilados que deciden venir a Málaga a vivir”, indicaban desde la directiva.

Eda es la otra cara de la moneda. Ella es una joven de Turquía que ha venido a Málaga para estudiar un máster. Antes de entrar a la universidad debía aprender el idioma y lleva alrededor de un año en la academia. A su vez, en el centro le prestan orientación para escoger entre los diferentes posgrados. En el centro también ofrecen cursos de español para acceder a la universidad. Estos tienen una duración mínima de 30 semanas y deben acreditar un B2 previo en español.

Aquí no pueden definir su tipo de público, aunque explican que en mayor medida reciben alumnos de centro Europa y sobre todo de Alemania. “Nuestra temporada fuerte es en verano, cuando suelen llegar muchos jóvenes y adolescentes”, comentaban en la sala de profesores. Ahora mismo hay 14 docentes contratados, pero indican que en temporada alta han llegado a ser hasta 40. Lo que sí tienen claro es que los alumnos buscan algo más que aprender la lengua. “Siempre quieren conocer gente, relacionarse, adentrarse en la cultura o incluso vienen con objetivos profesionales”, explicaba Molina.

El Instituto Malaca funciona de manera dual. El aprendizaje del español es la base, pero se combinan con otros cursos como pueden ser de cocina, flamenco, negocios o español para docentes. “También planeamos actividades y salidas a museos, teatros o visitas al centro histórico dependiendo de los grupos. Tratamos de que la experiencia sea una inmersión”. De manera paralela tienen un departamento de actividades que se encargan de los estudiantes los fines de semana. “Es un aspecto en el que hemos crecido bastante en los últimos años y los cursos cada vez son de mayor calidad”.

“La tecnología ha entrado de manera brutal, antes de la pandemia teníamos pizarras digitales, pero ahora ha sido un antes y un después”. La irrupción del virus pisoteó la actividad de la academia que tuvo que parar en seco. Ahora se quedan con la parte positiva, que va en la línea de la aceleración tecnológica y digital, aunque aun no se encuentran a niveles prepandemicos.

De esta forma, en 2019 registraron 5.300 semanas de estudiantes, que son el número de semanas que los distintos estudiantes han asistido a los cursos, y estiman en que 2022 esta cifra se sitúe en 1.000. Indican que además del Covid otro de los factores negativos en la guerra de Ucrania.

En cuanto a la procedencia de los estudiantes, indican que se ha reducido el número de personas que llegaban de países de fuera de Europa. Según el departamento de finanzas de la academia, no se están recuperando a buen ritmo las reservas de países como China, Rusia, Corea, Ucrania, Estados unidos y Canadá, los cuales solían pasar más tiempo en la academia que los europeos.

“El personal entró en ERTE y sé que todavía no están todos contratados a jornada completa”, indicaba la jefa de estudios. Desde la academia indican que en cuanto acabó el confinamiento decidieron abrir al completo, incluyendo los servicios de residencia, pero que la recuperación fue lenta. “No se veía la luz, aunque fue curioso que los primeros alumnos en retornar fueron aquellos que ya habían estado con nosotros antes de todo esto”.

Ahora han adaptado las aulas con pizarras digitales y cámaras con sensores de movimiento que siguen a los profesores en clase. En Malaca han incluido el modelo híbrido, en el que los estudiantes pueden optar por no acudir de manera presencial a todas las clases. “Hemos apostado por una educación offline, lo más directa posible, trayendo al estudiante desde sus pantallas pero como si estuvieran aquí. Sabemos que no es igual, pero hemos trabajado así desde el coronavirus no solo para los contagiados, sino para los que habían estado en contacto con un positivo o para los que estaban recuperándose. Estamos muy satisfechos con la adaptación”, confesaba Molina.

Alumna dando clase no presencial en Malaca Instituto. Alumna dando clase no presencial en Malaca Instituto.

Alumna dando clase no presencial en Malaca Instituto. / Javier Albiñana (Málaga)

“Adiós, hasta mañana”. Todos los alumnos cogen sus materiales y se despiden de su profesora. Una de las voces no está físicamente presente, pero está en clase a través de una pantalla de gran tamaño que ocupa un sitio más. La extranjera no está en su país, sino solo a unos metros del aula, en la propia residencia. Tiene una infección vírica de garganta, por lo que se siente más segura si asiste de esta manera a clase. “El acelerón tecnológico de la pandemia ha llegado para quedarse”, indicaba la profesora, y este ejemplo no es más que un reflejo de ello. Así es el día a día en Malaca Instituo, un centro con solera y tradición que trabaja cada día para situarse en la vanguardia de la educación en idiomas.

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