Málaga

El camping se aburguesa

  • Las autocaravanas, los bungalós y las casas móviles están desterrando a los clientes de tienda de campaña

  • Hay inversores, pero no hay espacio junto a la playa

Ir al camping cargado con la tienda de campaña, montarla en la parcela y dormir en los sacos, con los momentos tensos que eso puede llevar aparejado si no se es experto o se tiene escasa motivación, ya no está de moda. Los clientes quieren la mayor comodidad posible y se están imponiendo las autocaravanas, los bungalós y las casas prefabricadas sobre ruedas que permiten moverla a la parcela deseada. "El turismo en tienda de campaña se ha quedado para el museo. La gente se ha aburguesado", explica Ángel Gancedo, propietario del camping Torremolinos en Los Álamos. Es el presente y el futuro de estos alojamientos turísticos reglados que en Málaga gozan de buena salud y tienen buenas perspectivas de futuro, aunque será difícil repetir los magníficos datos de viajeros y pernoctaciones de 2017.

El año pasado se alojaron casi 200.000 turistas en los 29 campings malagueños y realizaron 1,27 millones de pernoctaciones, siendo el mejor dato de los últimos ejercicios. La estancia media anual fue de seis días y medio, el grado de ocupación medio por parcelas fue del 40% y se estima que en este sector trabajan de forma directa unas 225 personas, según los datos oficiales publicados por el INE. Hay más clientes españoles que extranjeros, pero los turistas internacionales pasan más tiempo y dominan las pernoctaciones. Agosto es el mes estrella con un 51% de ocupación media, mientras que el mes más flojo el año pasado fue mayo con un 33%. No obstante, en agosto los turistas pasaron, de media, 5,2 días en los campings malagueños y en enero y febrero se superaron las dos semanas. "La sociedad ha cambiado y ahora hay mayor movilidad. Antes los turistas venían y se quedaban 15 días en verano y ahora se quedan cinco días pero vienen tres veces al año, por lo que son más repetitivos", explica Adolfo Porras, presidente de la Asociación de Campings de la Costa del Sol (Aecamping). Porras, que ha dejado recientemente la presidencia de la patronal a escala andaluza, subraya que este sector ha cambiado de forma radical en los últimos años y que la tendencia es ir a más. "Hace 15 años el camping solo ofrecía una parcela, una piscina y unos servicios limpios, mientras que ahora se ofrecen todo tipo de servicios complementarios, de animación, se da información sobre qué visitar o qué comer en la zona", expone Porras que, además, es el propietario del camping Laguna Playa en Torre del Mar.

El sector tenderá a hacer campamentos temáticos y hay un proyecto en Álora

Este profesional recuerda que el pasado 7 de febrero se publicó en el BOJA un nuevo decreto regulador de los campings que, entre otras cosas, permite aumentar el número de bungalós desde un 35 hasta un 60% de la superficie, destinar un área específica para autocaravanas -muchas de ellas se quedaban simplemente en el aparcamiento- o hacer campings temáticos, una modalidad que cobrará cada vez más auge y del que habrá un primer proyecto en Álora.

El auge turístico en Málaga está llamando la atención de los inversores, pero no hay suelo disponible en primera línea de playa. "Junto a la playa no queda nada, hay grandes cadenas que quieren entrar ahí pero no hay sitio. Habría que fomentar los campings en el interior. Hay posibilidades junto a pantanos o cerca de parajes naturales, que sean pequeños pero con encanto", precisó Porras.

Uno de esos campings pequeños ubicados junto a un pantano es el de La Viñuela. Su propietario, Francisco Bazaga, afirma que "llevamos varios años de crecimiento continuo", indica que el 90% su oferta es de bungalós y autocaravanas y ratifica esa tendencia hacia la desaparición de los clientes con tiendas de campaña. En este sentido, recalca que las casas prefabricadas con ruedas "funcionan muy bien porque no todo el mundo tiene dinero para comprar una autocaravana y nuestra idea es seguir invirtiendo en ese tipo de producto".

No todo es positivo. Gancedo señala que este año han notado un descenso de turistas españoles y británicos, en este caso por el Brexit, y asegura que las viviendas turísticas le están haciendo competencia. "Las viviendas nos están matando porque cambian sus precios como quieren", critica el propietario del camping Torremolinos, quien también denuncia la existencia de aparcamientos ilegales de caravanas en otros puntos de la provincia. Porras no siente tanta presión por parte de las viviendas turísticas, aunque sí afirma que "lo importante es que todos juguemos con las mismas reglas y que haya calidad, porque si no se va al fracaso".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios