Málaga

El choque de dos trenes en El Chorro desde dentro: "Escuchamos ruidos raros y el golpe fuerte, tenemos suerte de haber llegado a casa"

Miguel Salcedo, el primero de los vecinos en llegar. / Álvaro Cabrera/Efe

Como tantas otras veces Anabel Lobo se disponía a coger el último tren desde Málaga camino a Marchena. Pero, al pasar por la seguridad de María Zambrano, algo ya marchaba diferente: nadie comprobó su billete. Una hora más tarde, viviría una de esas cosas que uno nunca espera: su tren era uno de los que colisionaron en El Chorro. "Escuchamos unos ruidos raros y, de repente, el golpe. Tenemos suerte de haber llegado a casa". 

Lobo, usuaria habitual de este servicio, vio cómo, a pesar de no contar con revisor y que el único trabajador de Renfe presente en el Cercanías fuese el maquinista, no percibió nada más extraño en el servicio hasta que paró, como de costumbre a la altura de El Chorro. 

En este punto, afirma "como siempre, el tren paró para esperar al que llega desde Sevilla, porque dos trenes no deben entrar por el túnel de El Chorro". Entonces, según su relato, el tren en el que viajaba retomó la marcha "y escuchamos un ruido muy raro que me preocupó, ese ruido no era nada normal", el mismo venía acompañado de un "traqueteo extraño".

Lo siguiente que sintieron fue la colisión entre los dos trenes, "con un golpe muy fuerte". En ese momento se hizo el silencio, nadie, según su relato, en una hora fue a proporcionarles información y "no veíamos nada porque nuestro tren estaba dentro del túnel". En ese momento de angustia, narra, sólo aparecieron dos vecinos cercanos al punto de la colisión que les indicaron que permanecieran en el interior de sus vagones y que ya habían dado aviso a las fuerzas de seguridad, que estaban en camino. 

Lobo, que viajaba en el segundo vagón, afirma que su coche no absorbió el total del impacto, como sí hizo el primero, "el primer vagón de nuestro tren dio en la cola del que venía de Sevilla, que iba en doble composición, por suerte iba vacío y no pasó nada", asegura la viajera. 

Dentro estuvieron algo más de una hora, según cuenta, momento desde el que, una vez en la estación de Álora tendrían que esperar "media hora para que llegase un Cercanías que nos devolviera a María Zambrano, donde íbamos a coger un autobús de Renfe hasta nuestro destino". 

El cercanías, según su testimonio, se demoró algo más de una hora en la que esperaron "resguardados en el bar de la estación, que el dueño no cerró para nosotros y menos mal, porque hacía mucho frío". La temperatura la noche del sábado, según el alcalde de Álora, Francisco Martínez, descendió hasta los cinco grados

Una vez en María Zambrano pudieron coger el autobús, en el caso de Anabel Lobo hasta Marchena, lugar al que esperaba llegar pasadas las 22:30 del sábado, pero que no alcanzó hasta las 5:30 del domingo. Toda una odisea, "pero, como venimos diciendo todo el día, la suerte es que hemos llegado". 

Primer vecino en llegar

Uno de los vecinos, el primero en llegar hasta el lugar de la colisión, fue Miguel Salcedo. En declaraciones recogidas por la Agencia Efe, Salcedo afirma que lo primero que vio al llegar es que los trenes "no estaban abiertos, uno había descarrilado, no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, era un poco shock al principio". 

"Lo único que queríamos era ver si podíamos echar una mano, la suerte es que no hayan habido heridos o incluso algo más grave", concluía Salcedo. 

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