El movimiento ciudadano contrario a la construcción de un hotel de 150 metros de altura en los suelos del dique de Levante se echa de nuevo a la calle. La plataforma Defendamos Nuestro Horizonte ha convocado a la ciudadanía a las 11:30 de mañana, junto al Palmeral de las Sorpresas, para levantar la voz contra el proyecto, promovido por un grupo de inversión catarí con los parabienes de la Autoridad Portuaria y del Ayuntamiento de la ciudad.

La acción tiene lugar en la recta final del periodo de información pública al que está siendo sometida la modificación de elementos del Plan Especial del Puerto necesaria para dar encaje al uso propuesto, así como a una edificabilidad máxima de 45.000 metros cuadrados. Este parámetros multiplica por siete el actualmente permitido en el planeamiento urbanístico de la parcela.

El colectivo convocante, que ya protagonizó una acción semejante en noviembre de 2017, que reunió a unas 300 personas, impulsa una alegación a la propuesta, incidiendo en que se trata de una variación que "excluye a la ciudadanía de uso y disfrute de un espacio privilegiado; la mejor pastilla de terreno de la ciudad". "Ni la ciudad ni sus habitantes necesitan un rascacielos en medio del mar que no representa ningún icono de modernidad", señala el escrito, en el que se advierte de que su ejecución alterará "gravemente" el paisaje de la bahía, dejando "inutilizada" la Farola.

La edificabilidad máxima prevista es de 45.000 metros cuadrados, siete veces más de lo que en la actualidad se permite sobre ese suelo

La Junta de Gobierno Local dio luz verde al acuerdo inicial de esta modificación, aunque de manera condicionada, en junio del año pasado. El devenir de los acontecimientos que viene rodeando la operación inmobiliaria promovida por un grupo Andalusian Hospitality II, confirma lo dilatado del proceso administrativo. Sirva de muestra que desde el momento en que la firma privada solicitó formalmente al Puerto la activación del concurso para optar a la concesión de los terrenos pasan ya cerca de tres años y medio.

Un lapso de tiempo que seguirá creciendo, por cuanto una vez superado el periodo de información pública, que se espera sea concurrido por el nivel de contestación que ha generado el proyecto, el expediente tendrá que volver al Pleno para ser aprobado provisionalmente. La aprobación definitiva del mismo corresponderá a la Junta de Andalucía. Y en cualquier caso, la autorización sobre el uso hotelero deberá, en última instancia, contar con el visto bueno del Consejo de Ministros.