La UTE Obras Generales del Norte y Copesol se ha alzado como primera opción para llevar a cabo el proyecto de puesta en valor y recuperación de la Villa Romana de Torre de Benagalbón. La mesa de contratación del Ayuntamiento de Rincón de la Victoria ha seleccionado esta propuesta de las siete presentadas tras abrir las ofertas en un proceso telemático. Éste además tuvo que retrasarse un mes al decretarse el estado de alerta dos días después de que se cerrase el plazo.

La oferta presentada por la UTE Obras Generales del Norte y Copesol, cuya adjudicación todavía no es definitiva, rebaja en dos meses el plazo de ejecución y en 262.748,95 la propuesta económica. El Ayuntamiento de Rincón de la Victoria, que licitó las obras el pasado mes de febrero estableció el presupuesto en 1.000.082,53 euros y en un año el tiempo establecido para llevar a cabo las obras.

“Pudimos llevarla a cabo gracias a que la mesa estaba convocada antes de que se declarara el estado de alerta. Por eso consideramos que podremos iniciar las obras antes de junio como establecía el Gobierno en la convocatoria de subvenciones”, explicó el concejal de Urbanismo y Grandes Proyectos, Miguel Ángel Jiménez (PP) quien espera que la Ute aporte la documentación en un plazo máximo de un mes.

La Villa Romana de Torre de Benagalbón lo conforma un complejo arqueológico datado en el siglo III d.C declarado Bien de Interés Cultural. El pasado año, el Ministerio de Fomento incluyó a Rincón de la Victoria en el 1,5 por ciento cultural que destina de su presupuesto. La solicitud del Ayuntamiento fue atendida con el 70 por ciento del proyecto, alrededor de 700.000 euros.

El proyecto se basa en la construcción de un espacio museístico y un centro de interpretación para mostrar los restos arqueológicos de Villa Antiopa. El espacio abarca dos zonas y contará con una superficie total de 1.026,75 metros cuadrados divididos en tres niveles conectados mediante escaleras, pasarelas y ascensor.

El proyecto de ejecución redactado por el arquitecto Jaime Lucena González, consta de cuatro fases que se iniciarán con la excavación y descubrimiento de los restos bajo la supervisión de arqueólogos.

Posteriormente se llevará a cabo la segunda que consistirá en la consolidación y restauración de los restos originales, “entre los que destacan pavimentos musivarios de gran valor y algunos elementos murarios en considerable estado de degradación”. Seguidamente se realizará la reconstrucción de la zona afectada con el objetivo de completar el complejo de forma adecuada según las cartas de restauración actuales”, resumió el edil.