Foro Málaga Hoy con Juan José Escobar Stemmann

El embajador en Iraq desgrana el avispero de Oriente Medio

  • El malagueño Juan José Escobar defiende la labor de los diplomáticos en "un mundo casi caótico" y advierte del posible regreso de terroristas europeos a la UE que han luchado en Iraq o Siria tras la caída del Daesh

El primer ministro de Iraq, Haider al Abadi, anunció el pasado sábado la victoria del ejercito iraquí sobre el Daesh y el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el lunes que retirará parte de sus tropas en Siria. Daesh se está quedando sin territorio y se teme que muchos de los terroristas europeos que han ido a luchar a favor del Estado Islámico regresen a sus países de origen a la Unión Europea y puedan cometer más atentados en los próximos años. Este es uno de los problemas que se vislumbran en el avispero formado principalmente en Oriente Medio, donde hay intereses enfrentados de Arabia Saudí, Irán, Turquía, Iraq, Israel o Emiratos Árabes, entre otros, y que ayer desgranó el embajador de España en Iraq, Juan José Escobar, en un foro organizado por Málaga Hoy en el hotel Vincci Posada del Patio.

A escala europea, uno de los mayores temores es la realización de actos terroristas como los sufridos en Barcelona, Londres, París, Niza o Berlín, entre otras ciudades. La inmensa mayoría de los europeos que se han unido a Daesh están fichados por las policías y los servicios de inteligencia europeos y el embajador español afirmó que "es una guerra que estamos ganando". En este sentido, Escobar precisó que las Fuerzas de Seguridad en España "están preparadas, se han hecho muchas detenciones y se han cambiado métodos de trabajo y prioridades y lo importante es estar atentos". El número de españoles que hayan ido a Iraq o Siria a pelear por Daesh es muy reducido, aunque el problema sí es mayor en otros países europeos.

Desde Europa no se entiende tanta violencia y la explicación de Escobar, que conoce sobradamente el origen del conflicto, es clara. "Matar es muy fácil. Los terroristas han perdido cualquier tipo de valor por la vida, son fanáticos, gente difícil de comprender, con un discurso victimista en el que acusan a los demás de que el mundo musulmán vaya mal y creen que Occidente es la mano oculta de todo. Les lavan el cerebro porque el Corán se puede interpretar como se quiera y, por ejemplo, en Iraq han utilizado a 2.700 suicidas", subrayó.

No obstante, Escobar pidió que no se cometa el error de meter a todos los musulmanes en el mismo saco porque no tienen relación unos con otros. El embajador indicó que, por una parte, están los partidos políticos islamistas, que participan en las elecciones y que renuncian a la violencia. Hace dos décadas defendían la creación de un estado islámico y la aplicación del Corán, "aunque se han ido adaptando y han asumido aspectos como la soberanía popular". En segundo lugar están los islamistas religiosos, que predican la fe del Corán. Dentro de ellos hay varias ramas y una de las más conocidas y conservadoras es la del salafismo, que reclama una vuelta al islam original de Mahoma. "En algunos lugares el salafismo se ha convertido en la ideología de los yihadistas", expuso el embajador. En tercer lugar está el yihadismo, que es "producto de la radicalización del discurso religioso". Escobar detalló que Al Qaeda "está de capa caída y el nuevo actor es Daesh, un producto local iraquí que quiere luchar contra los regímenes para instaurar el estado islámico tanto en Iraq como fuera y España ha sido siempre un objetivo porque piensan en Al Andalus".

Por otra parte, este experto explicó que en la sociedad europea hay también tres tipos de musulmanes. Los primeros son los que no practican habitualmente el Corán y se han integrado sin ningún problema; los segundos son los musulmanes moderados que se integran pero piden que se respeten sus necesidades (llevar velo, mezquitas...); y los terceros son los ultras que no quieren integrarse y crean sus propios guetos en las ciudades "y éstos son difíciles de gestionar". La política europea es intentar que los musulmanes se integren aceptando las reglas básicas de convivencia.

Una de las principales causas del rebrote violento islámico ha sido, en opinión de este experto, que no se ha integrado bien en todos los países a los partidos islamistas y, por tanto, se han generado insatisfacciones. En Marruecos o Túnez sí se les ha dado cancha y hay más tranquilidad, pero en Argelia ganaron unas elecciones y no les dejaron gobernar, lo que provocó una guerra, o en Egipto los Hermanos Musulmanes vencieron en los comicios y sufrieron un golpe de estado.

El experto apuntó que fue un error desprenderse del ejército de Iraq cuando el país fue intervenido por Estados Unidos tras la caída del régimen de Sadam Husein, pues muchos de sus oficiales pasaron a apoyar a Al Qaeda y a finales de 2011, tras la retirada de las tropas nortemericanas, el gobierno dio amnistía a una serie de presos que fueron los que gestaron el grupo terrorista en apenas unos meses.

El engranaje de Oriente Medio es para un apartado especial, porque todos se vigilan y se enfrentan entre sí. Tradicionalmente se ha hablado del conflicto entre Israel y Palestina y aunque, según Escobar, "el proceso de paz ha perdido importancia" en función de todos los problemas que hay en el contexto, la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de trasladar la embajada norteamericana a Jerusalén ha vuelto a abrir heridas que no estaban ni mucho menos cerradas pero sí algo más calmadas. "Algunos creen que el anuncio de Trump va a hacer más difícil que los palestinos tengan su capital en Jerusalén y ahora es un problema que se ha estancado y al que no se le ve una solución cercana", dijo el embajador. La posición de la Unión Europea es dividir a Jerusalén en dos partes, una para Israel y otra para Palestina.

El conflicto entre Israel y Palestina ha quedado en un segundo plano y, según Escobar, "se ha visto desplazado por nuevos conflictos, siendo el más importante el que enfrenta a Arabia Saudí e Irán". Ambos países se autoproclaman como la cuna del islamismo y hay rivalidad. Irán, además, ha apoyado a Siria junto a Rusia y aunque se firmó hace tres años que no tendrían armas nucleares, la tibieza de Trump sobre esta materia ha vuelto a generar incertidumbre en la zona. EEUU no se implicó en la guerra siria y eso permitió, a su vez, la entrada de actores como Arabia Saudí, Turquía, Irán y Rusia que han mantenido el conflicto vivo muchos años y cuyas consecuencias están plenamente vigentes con millones de personas refugiadas.

La inmigración es, según Escobar, un "problema irresoluble". Por ello, reclamó "invertir en la estabilidad de África y el Mediterráneo" aunque reconoció que "no hay fórmulas mágicas". "Vivimos en un mundo cada vez más complicado, casi caótico y los diplomáticos somos necesarios", señaló Escobar, quien tiene ante sí una dura tarea en un país que sufre atentados continuos y que necesita 50.000 millones de dólares para reconstruirse.

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