Los embalses de la provincia de Málaga han presentado un leve descenso en su porcentaje de capacidad con respecto a la semana pasada. Mientras que hace siete días, el volumen, medido en hectómetros cúbicos, era de 286,1, actualmente esa cifra baja a 280,3. Sin embargo, el mayor cambio se aprecia con los datos del año pasado. En 2020, la cifra era de 359,2, por lo que en 2021 se ha producido un descenso de 79,2 puntos.

Según los datos ofrecidos por el sistema Automático de Información Hidrológica de la Junta de Andalucía, cinco de los siete embalses de la provincia se encuentran por encima del 50%. Guadalteba es, ahora mismo, el que tiene un mayor porcentaje de agua, con un 66,5% y un volumen de 101,96 hectómetros cúbicos, seguido de la Concepción con 40,75, lo que se traduce en un lleno del 65,9%.

Casasola, El Limonero y Conde de Guadalhorce rondan el 51%, con un volumen de agua de 11,4, 11,47 y 33,91 respectivamente. Sin embargo, tanto el embalse del Guadalhorce, con un 31,2% y 39.2 hectómetros cúbicos, como el pantano de la Viñuela, 24,92% y 41,22, no alcanzan a la mitad de su capacidad. Esto quiere decir que, a día de hoy, los embalses de la provincia se encuentran al 45,4% de su capacidad.

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó a mediados de junio el decreto que regula los indicadores de sequía hidrológica y las medidas excepcionales para la gestión del agua en las demarcaciones hidrográficas intracomunitarias de la región. Además de a esta comarca malagueña afecta al Condado de Huelva (Embalse de Corumbel Bajo) y al Sistema de Explotación Barbate (embalses de Barbate y Celemín).

“Todos tenemos que concienciarnos en hacer un buen uso del agua porque somos víctimas y agentes. Las administraciones son responsables de actuar, y antes que llevar a cabo una dinámica sistemática de intercambio de agua entre territorios, hay que abogar por el vertido cero con las aguas recicladas”, defiende José Damián Sinoga, catedrático de Geografía Física de la UMA.