Cuando el coronavirus comenzó a monopolizar la esfera pública y la privada en España, la comunidad china fue la primera diana: "La gente asocia coronavirus a chino y no es así", contaba entonces la presidenta de la Asociación de Empresarios Chinos en Andalucía, Leticia Chen. En ese momento no se había contabilizado aún ningún positivo; ahora, son más de 2.000 a lo largo del país.

"Desde el punto de vista chino se piensa anticipadamente", afirma Chen, y prueba de ello son los carteles de "cerrado" que ya cuelgan en muchos de los establecimientos de Málaga. Pasada la ola de xenofobia de los primeros momentos, llegan las consecuencias económicas: el coronavirus se está llevando por delante el 40% la facturación de los establecimientos chinos.

Según narra la presidenta de la Asociación de Empresarios, la población "tiene pánico" y a los ya cerrados se suman muchos que están pensando en "coger vacaciones" que se extendería por uno o, incluso, dos meses, "hasta que se restableciera la situación".

"Están de cara al público y no saben si los clientes que entran en sus establecimientos están infectados. Si cierran, evitan "las manchas" que puedan originar posibles casos de positivos relacionados con sus establecimientos", explica. El objetivo de esta decisión es claro: evitar que algún contagio se relacione con los establecimientos o que en ellos empiecen a aparecer positivos. 

"España debería censurar mucho antes"

Un cartel de "cerrado por vacaciones" en un establecimiento chino.

El epicentro del virus se sitúa en Wuhan, capital de la provincia Hubei, en China central. El presidente Chino, Xi Jinping, visitó ayer por primera vez esta zona desde que se desencadenara la crisis, un gesto dirigido a reforzar el liderazgo chino en la lucha contra la epidemia. Los nuevos casos allí son cada día menos.

"Tenemos una buena experiencia, somos maestros. Hemos vivido esto en nuestras carnes y ya lo han controlado totalmente", afirma tajante Chen, que considera que el Gobierno español está actuando con lentitud. "¿Cómo puede ser posible que, con todos los casos detectados, se permitan manifestaciones como las de 8 de marzo?, se pregunta.

"Si reúnes a mucha gente en un lugar habrá más contagios. En España, los casos se han disparado porque no se han frenado cosas así. Es increíble que sea el sexto país por número de contagios", indica la presidente de los empresarios chinos en Andalucía. En su opinión, el Ejecutivo español "debería censurar mucho antes". 

La cultura asiática marca un punto de ventaja en este asunto, deja entrever Chen. Los chinos, según cuenta, "no viven al día", por lo que sus ahorros pueden permitirles cerrar un periodo considerable. Ante esta situación, "se quedan en sus casas o van a refugios en el campo, a naves de los polígonos o se quedan en las propias tiendas".

El coronavirus "no es una enfermedad mortal, excepto para personas enfermas ya", asevera. La empresaria subraya que "el índice de mortalidad es bajo" y apunta a la prevención.