La Junta reactiva el concurso para renovar la concesión de sus líneas de autobús

Tras subsanar "un problema administrativo" en los pliegos, vuelve a licitar el servicio, cuya joya de la corona es Málaga-Algeciras, valorada en casi 146 millones de euros

La Junta mantiene paralizado el concurso para renovar la concesión de sus líneas de autobús

Un autobús del consorcio metropolitano de Málaga.
Un autobús del consorcio metropolitano de Málaga. / Javier Albiñana

La Junta de Andalucía vuelve a reactivar el licitación de las concesiones de las cerca de mil rutas de autobús que dependen de ella. Sólo cuatro días después de que este periódico publicase que había anulado el proceso, paralizándolo, la autoridad autónomica volvió a ponerlo en marcha. De 122 líneas en Andalucía, 119 estaban caducadas cuando el año pasado se inició la contratación del mismo, la mayoría desde hace más de una década. La joya de esa corona, la que cubre Málaga con Algeciras, pasando por Marbella. Valorada en casi 146 millones por los cinco años de la concesión.

Desde Fomento explican que hubo "un problema administrativo y dimos marcha atrás para solventar una serie de requisitos técnicos que nos solicitaban". Una vez solventadas estas deficiencias en los pliegos, el viernes 6 de junio se volvió a activar el concurso.

Vuelven a estar en concurso, de esta manera, los tres procesos en los que dividía la licitación de las líneas (uno para los contratos de menos de 200.000 euros, otro para los que están entre 200.000 y un millón de euros y un tercero para los que superan esta cifra). En total, son 67 lotes, que comprenden un total de 988 rutas por todo el territorio andaluz.

Antonio Vázquez, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Transporte y Agencias de Málaga (Apetam), afirma que "la inseguridad jurídica" en la que los dejaba la paralización del concurso está en vías de solucionarse, pero sigue señalando que el actual modelo de licitación perjudica especialmente "a las pequeñas y medianas empresas que estamos pendientes de esos contratos". Vázquez explica que mientras las pequeñas empresas, las más locales, sólo optan a los pequeños y medianos contratos, los grandes están casi cercados a las grandes operadoras, por una cuestión simple de capacidad de inversión. Pero que son los pequeños, los que tienen menos pulmón, los que deben conocer qué rutas van a poder cubrir para invertir o no en vehículos para ello. "Si yo invierto en autobuses y no me llevo la concesión, me estoy arriesgando en una compra millonaria, y después esos autobuses no los puedo usar en el transporte privado", se queja.

"Mientras, los grandes pueden hacer esa inversión porque saben que van a usarlos en una u otra ruta. Y si quieren nos barren a los pequeños", dice. Pero es que, además, los autobuses tardan unos "siete u ocho meses como mínimo desde que los pedimos hasta que nos llegan", por lo que necesitan tiempo para prever la compra.

Rocío Díaz, consejera de Fomento, aseguraba el pasado mes de agosto, con el anuncio de la licitación de las línas, que con la operación se había recuperado "la normalidad en el transporte público, afrontamos una renovación más que necesaria, que aportará seguridad jurídica a operadores y usuarios y que, en la práctica, supondrá una mejora significativa del servicio".

Rocío Díaz desgranó que esta seguridad jurídica supone "una garantía para los nuevos operadores, que podrán realizar inversiones, proponer mejoras y renovar la flota con un horizonte temporal claro". En ese sentido, se pueden plantear nuevos refuerzos y una serie de condiciones dirigidas a mejorar las condiciones de los vehículos, como que su antigüedad máxima no supere los 10 años, que tengan dispositivos-canceladoras con características adecuadas para incorporarse al sistema de integración tarifaria o que dispongan de servicios de wifi y cargadores USB.

Díaz precisó, además, que los nuevos contratos servirán para "normalizar ya unos servicios de transporte público que se encontraban en un limbo jurídico".

A la vez, el Gobierno andaluz trabaja en el diseño de un nuevo mapa concesional que dé respuesta a las nuevas necesidades de movilidad en la comunidad. Para el mismo se formalizaron contratos en agosto con las consultoras, que contaban con 30 meses (dos años y medio) para redactarlos. Por lo que no estarán antes de febrero de 2027. Una vez se tengan, habrá que estudiar cuál es la demanda y qué líneas se refuerzan y licitar los nuevos contratos. Aunque no parece que el horizonte temporal sea más cercano de 2030 para ello. Fomento explica que la paralización de la licitación de las concesiones no afecta a este proceso. En estos momentos, se encuentra en fase de recopilación de información, añaden.

stats