Málaga

La limpieza de edificios por la calima se prolongará hasta verano

  • Los presupuesto para aclarar las fachadas de las comunidades oscilan entre los 7.000 y los 15.000 euros

  • Las empresas que realizan estos trabajos en altura llevan un mes desbordadas

La limpieza de edificios por la calima se prolongará hasta verano

El 25 de marzo la fachadas de la ciudad amanecieron teñidas del ya conocido polvo en suspensión proveniente del Sáhara. Ha pasado un mes desde que en Málaga se vivió la mayor lluvia de barro de la historia. Las empresas de limpieza y las especializadas en trabajos en vertical comenzaron a hacer su agosto a primeros de abril y un mes después confiesan que siguen desbordadas. Desde el Colegio de Administradores de Finca prevén que hasta finales de verano siga habiendo edificios con restos de calima. Las altas cifras a las que ascienden estos presupuestos, situados entre los 7.000 y los 15.000 euros, y el apabullante aumento de la demanda provoca que los trabajos comiencen mínimo un mes más tarde de haberse cerrado el acuerdo entre la empresa y la comunidad.

“Sigue habiendo mucha demanda y va a seguir habiendo durante mucho tiempo”, indicaba Manuel Jiménez, presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla. Desde la entidad recomendaron a las urbanizaciones y viviendas que esperaran un tiempo para ver si la lluvia podía retirar parte de los restos de calima, “pero ya sabemos que no se va a producir esta limpieza natural y que habrá que contar con medios especializados”, añadía Jiménez. Los administradores de finca calculan que el precio medio de la limpieza de fachadas se sitúa entre los 7,5 euros por metro cuadrado. Esto se traduce en que en un edificio con 20 viviendas, el coste que debería asumir cada vecino iría desde los 350€ hasta los 750€ si se hiciera una derrama. Así mismo, indican que las empresas de limpieza no están dando cita hasta mínimo finales de mayo o junio.

Desde la empresa de limpieza PS del Prado expresan que siguen recibiendo llamadas para la limpieza de fachadas casi al mismo ritmo que hace un mes. “Hemos tenido que contratar a 5 personas más para poder afrontar el trabajo”, indicaba Marta López, administrativa de la empresa. Desde esta indican que están dando unos cuatro o cinco días de espera para poder ofrecer el servicio y que también reciben muchas llamadas para la limpieza de piscinas. Belén Barranquero, administrativa de la empresa de limpieza Castor confiesa que se encuentran en la misma situación. “Casi todas las llamadas que recibimos son para eliminar el barro en cristales y en las fachadas de las urbanizaciones”, indicaban desde la empresa en la que calculan que tardan un par de días en enviar el presupuesto y que tienen lista de espera para comenzar con los trabajos.

“Estamos desbordados desde primeros de mes”, confesaba uno de los administradores de Martin Clean, Cristobal Martín. Esta entidad, a pesar de no realizar trabajos en altura y solo atender a su clientela habitual, ha aumentado de forma brusca su carga de trabajo tras la calima. “Tenemos unos 15 días de retraso porque lo que antes limpiábamos en un día ahora tardamos 3 o 4 para poder retirar todo el barro”, indicaba. Los trabajadores de Martin Clean se extienden por toda la provincia y realizan limpiezas de zonas comunes, terrazas y piscinas entre otros. “Estamos recibiendo protestas por la tardanza, pero no podemos hacer otra cosa”, indicaba Martín.

La falta de personal y el alto coste: los motivos del desbordamiento

Existen dos motivos principales por los que se verán trabajadores colgados de las cornisas hasta agosto. El primero de ellos es la falta de personal cualificado en esta tarea. “Se necesitan empresas homologadas de trabajos verticales, las cuales requieren un personal muy específico y cualificado. Suelen ser negocios pequeños, en los que, a pesar de que aumente el trabajo no tienen flexibilidad para incorporar a más personal”, indicaba Jiménez. Desde Martin Clean sostienen que a pesar de llevar todo el mes buscando personal, solo han conseguido encontrar a una empleado que cuadrara con el perfil que estaban buscando.

La necesidad de tratar el tema con detenimiento debido a la gran derrama que supone compone el segundo motivo. “A pesar de que es un presupuesto que se podría aprobar con el visto bueno del administrador de la propiedad y el presidente, ya que son trabajos de mantenimiento, al ser cantidades tan grandes, se está optando por consensuarlo con los vecinos”, explicaba Jiménez. Entre los convivientes estudian diferentes presupuestos y se decide cómo se va a afrontar el pago: “se determina si se hará una derrama, si se pide un presupuesto, si se usan los fondos comunitarios… entre una cosa y otra se pierden varios días. También preguntan si hay alguna ayuda destinada a esto, pero no existe a día de hoy”, indicaban desde el Colegio de Administradores de Fincas donde añadían que hay comunidades que no pueden afrontar el gasto de forma inmediata y que probablemente no lo hagan hasta finales de verano.

Chapuzones asegurados

Las piscinas se convirtieron en aparentes charcas abandonadas tras los episodios de calima y, al igual que las fachadas, todavía queda alguna con este aspecto. Sin embargo, los administradores de finca mandan un mensaje de tranquilidad y confirman que no debe haber problema para limpiarlas. “Casi todas las comunidades con piscinas tienen un gasto previsto para ponerla a punto para el verano, por lo que no es algo que llegue de sorpresa como lo de las fachadas”, indicaba Jiménez. De esta forma, explicaba que para retirar el barro de estas superficies existen dos opciones. La primera de ellas, y la más recomendable, es usar un producto químico coagulante que condensa el barro formando pelotas fáciles de retirar. La segunda opción, más costosa y menos responsable desde el punto de vista ecológico, es vaciar la piscina, limpiar el vaso y volver a llenarla. “El coste de poner a punto la piscina y sus zonas y añadir el producto químico puede costar entre los 500 y los 700 euros, un gasto que además de estar previsto es bastante asequible. Además, para enmendar los efectos de la calima en estas instalaciones solo se necesitarían unas 4 o 5 horas más de trabajo”, expresaba Jiménez, por lo que parece que los chapuzones estarán asegurados más pronto que tarde.

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